CARACAS, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, rechazó la posibilidad de que se cree un frente internacional contra su Gobierno, tal y como apuntó recientemente la secretaria de Estado norteamericana, Condoleeza Rice. "No hay ni habrá frente contra Chávez", aseveró el mandatario ya que, en su opinión, toda la región sabe que la verdadera amenaza para Sudamérica proviene de Estados Unidos.
Así lo manifestó ayer durante su programa dominical 'Aló, Presidente' número 248, en el que reiteró que, a su juicio, la oposición venezolana tiene en la política nacional un doble juego que responde a planes diseñados desde el Pentágono.
Según Chávez, la oposición buscará generar la sensación de que su candidato logró un empate técnico con él en las elecciones del próximo diciembre con el fin de propiciar violencia, la desestabilización y la intervención intervención internacional.
Sin embargo, advirtió de que esta meta será difícil de alcanzar porque una encuesta reciente refleja que el actual presidente de Venezuela cuenta con el 66% del apoyo del electorado.
Si los grupos contrarios al Gobierno no logran propagar esa idea, Chávez estima que optarán por una segunda alternativa: retirarse de la contienda electoral para desconocer su triunfo y facilitar el caos, explicó el propio mandatario, según la agencia oficial venezolana ABN.
A estas acciones obedece, según el presidente, la constante campaña mediática que sugiere una caída de su popularidad y que pone sobre la palestra temas como el colapso del viaducto y de otras vías del país, la corrupción y el supuesto despilfarro del dinero venezolano mediante ayudas a otros países.
Sobre el caso del Central Agroindustrial Azucarero Ezequiel Zamora (Caaez), donde se descubrió una estafa de más de 3.000 millones de de bolívares (1,6 millones de euros), destacó que no le tembló el pulso al destituir a quienes estuvieron al frente de esa situación irregular.
Asimismo, Chávez aclaró que el país tiene un fondo modesto para brindar apoyo a obras sociales en naciones vecinas como Bolivia, Haití, Granada y Jamaica, en un esfuerzo por utilizar la riqueza petrolera para responder a necesidades de pueblos hermanos.