Actualizado 17/10/2008 22:28

Venezuela.- La Comisión Episcopal venezolana critica el autoritarismo de Chávez y la compra de armas a Rusia

BOGOTÁ, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los obispos venezolanos criticaron hoy, con motivo de la Asamblea Extraordinaria y Comisiones Episcopales, la compra de armas a Rusia por parte del Estado venezolano y la aprobación de leyes habilitantes de "forma inconsulta" por parte del Gobierno de Hugo Chávez, lo cual consideran una muestra de "autoritarismo".

Además, Monseñor Diego Padrón, arzobispo de Cumaná, manifestó en nombre de todos los obispos que el pueblo venezolano quiere vivir en paz, por lo que, para ellos, "no se justifica" el "enorme" gasto de recursos del país en la compra de armamento, según informan los medios de comunicación venezolanos.

Respecto a las 26 leyes aprobadas por el Ejecutivo a través de la Ley Habilitante, que permite a Chávez legislar durante un periodo de 18 meses, los obispos rechazaron la "impugnación sorpresiva" de cambios que ya se habían llevado a consulta el 2 de diciembre de 2007 y "fueron negados por el pueblo venezolano".

Además, la Comisión Episcopal calificó estas acciones de estatalizantes, autoritarias y centralizadoras por contener rasgos anticonstitucionales que otorgan mayor poder al Gobierno y por "cercenar múltiples derechos políticos y sociales de los ciudadanos".

"Antes del referendo, los obispos alertamos de que la reforma era moralmente inaceptable, y fue rechazada", recordó Padrón. "Teniendo en cuenta que la referencia obligada es la Constitución vigente, vemos como una falta de respeto a la voluntad popular que se impongan muchos de los cambios rechazados mediante la publicación inconsulta e improvista de leyes con carácter estatalizante", añadió.

En opinión de los obispos, estos nuevos instrumentos "otorgan mayor poder al Ejecutivo para el control de diferentes áreas en detrimento de las personas e instituciones y cercenan derechos políticos y democráticos del pueblo".

La Comisión Episcopal considera también que el Gobierno debe estar atento a los problemas económicos mundiales, "cuyos efectos se harán sentir en Venezuela", y debe "buscar soluciones concertadas con todos los sectores de la sociedad que puedan aportar ideas para disminuir las consecuencias de la crisis, sobre todo en las clases más desfavorecidas".

Asimismo, los religiosos expresaron su preocupación por "la creciente inseguridad, la delincuencia desbordada y el desprecio a la vida que se muestra en los asesinatos, secuestros y demás delitos contra las personas y las cosas" que ocurren en Venezuela. Por último, rechazaron la violencia verbal y las acusaciones que se han manifestado en la campaña electoral y se opusieron a un posible "conflicto interno permanente que enciende las pasiones hasta el odio y la muerte" y lleva a "un ambiente de conflictividad internacional".