Actualizado 07/01/2013 19:24

Venezuela.- La Conferencia Episcopal venezolana advierte de que "alterar la Constitución" es "moralmente inaceptable"

Monseñor Diego Padrón alerta de que el país vive "un momento difícil e incierto" por la incertidumbre sobre la salud de Chávez


CARACAS, 7 Ene. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV), monseñor Diego Padrón, ha alertado de que el país atraviesa "un momento difícil e incierto" por el empeoramiento del estado de salud del mandatario Hugo Chávez y ha advertido de que, en el actual escenario, "alterar la Constitución" sería "moralmente inaceptable".

Padrón ha aprovechado la asamblea de la Conferencia Episcopal para referirse, por primera vez de forma tan directa, a la salud del presidente, que sigue ingresado en La Habana y previsiblemente no acudirá el próximo jueves a su toma de posesión.

"Está en riesgo el país, es un momento difícil e incierto que pudiera dirigir al país a una encrucijada peligrosa", ha advertido el máximo representante de los obispos. En su opinión, y a pesar de los comunicados emitidos por el Gobierno, la ciudadanía está "confundida" sobre cuál será el futuro de Venezuela, habida cuenta de que no se ha publicado ningún parte médico emitido por expertos.

"No es un simple accidente ni puede compararse con un paciente común", ha subrayado el líder de la CEV, en una comparecencia de la que se ha hecho eco el periódico 'El Nacional'.

El entorno de Chávez ya da por hecho que el presidente no se recuperará a tiempo para jurar de nuevo el cargo en la fecha prevista y el 'número dos' del Gobierno, Nicolás Maduro, defendió la semana pasada que la ceremonia de toma de posesión se trata de un "simple formalismo".

La incertidumbre ha llevado a Padrón a advertir de que "el panorama permanece oscuro" y, en relación a las especulaciones sobre la importancia del día 10, ha recalcado que en esa fecha "expira un mandato del presidente e inicia otro".

Padrón ha asegurado que "no es propósito" de su organización "intervenir en la interpretación de la Constitución", pero acto seguido ha apuntado que "está en juego el bien común del país" y ha lanzado un claro mensaje al Gobierno. "Alterar la Constitución es moralmente inaceptable".

La Conferencia Episcopal ha rechazado, por tanto, cualquier "posible manipulación de la Constitución en detrimento del país".