Actualizado 17/12/2013 21:26

Venezuela.- EEUU niega las acusaciones de conspiración de Maduro contra tres diplomáticos

Nicolás Maduro
AVN


CARACAS, 1 Oct. (Reuters/EP) -

Estados Unidos ha negado este martes las acusaciones del presidente venezolano, Nicolás Maduro, de que diplomáticos acreditados en Caracas estarían urdiendo un complot para desestabilizar el país sudamericano.

El mandatario socialista dio el lunes un plazo de 48 horas para que abandonen Venezuela tres funcionarios de la embajada estadounidense en Caracas acusados de conspirar, junto a la oposición política, contra su gobierno.

"Rechazamos por completo las acusaciones de la participación del Gobierno de Estados Unidos en cualquier tipo de conspiración para desestabilizar al Gobierno de Venezuela", dijo a Reuters la embajada estadounidense en Caracas en una nota verbal.

La embajada de Estados Unidos en Caracas recibió la noche del lunes una nota diplomática en la que se declaró persona non grata a la encargada de negocios, Kelly Keiderling, y a los funcionarios Elizabeth Hoffman y David Moo.

"Rechazamos las alegaciones específicas contra los tres miembros de nuestra embajada", agregó la misión diplomática. Estados Unidos podría tomar medidas, pero aún se están considerando las acciones a aplicar, advirtió.

Desde que ganó la presidencia en abril, Maduro ha acusado a la oposición de fraguar, junto con Estados Unidos, planes de magnicidio, acaparamiento de productos de consumo masivo para generar escasez y sabotajes al sistema eléctrico venezolano.

La televisión estatal presentó fotos de los funcionarios estadounidenses en reuniones con políticos opositores en el suroriental estado Bolívar.

Sin embargo, la embajada dijo que los tres funcionarios se encontraban cumpliendo compromisos diplomáticos, como suelen hacerlo con frecuencia con distintos sectores de la nación petrolera sudamericana.

Desde el 2008, ambos países carecen de embajadores en sus respectivas sedes diplomáticas.

Venezuela y Estados Unidos tienen una historia de desacuerdos diplomáticos, dominada por las feroces críticas del Gobierno de Caracas, que ve en Washington a un enemigo de su revolución socialista.

En su punto más álgido, los intercambios verbales entre ambos llevaron a Venezuela a amenazar con cortar el suministro de petróleo hacia Estados Unidos, el principal mercado del crudo del miembro de la OPEP.