Actualizado 02/06/2016 19:51

Autoridades españolas consideran "el diálogo" primordial en Venezuela

Venezuela Casa América
EUROPA PRESS

   MADRID, 2 Jun. (Notimérica) -

   Este martes en Casa de América de Madrid, España, se ha celebrado una conferencia sobre la situación política, económica y social que actualmente vive Venezuela. Este debate ha estado integrado por el expresidente del Gobierno español, Felipe González, que expuso "que Venezuela está viviendo una triple crisis, la primera es la socioeconómica, la segunda la constitucional y la tercera la de seguridad ciudadana".

   También ha participado el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación en funciones, José Manuel García-Margallo, que estableció que "la política exterior en general y la latinoamericana en particular tiene que ser de Estado. No es una política contra Venezuela sino que es a favor de ella".

   Por su parte, el Presidente de Prisa, Juan Luis Cebrián, recalcó que "hay una clara tendencia a la polarización. Se requiere que haya diálogo para poder negociar".

   El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), aprobó este miércoles por consenso una declaración conciliadora impulsada por Argentina donde se prioriza el diálogo con Venezuela. De esta manera, la OEA se opone a la idea de su secretario general, Luis Almagro, quien solicitó la aplicación de la Carta Democrática contra el Estado iberoamericano.

SITUACIÓN DEL CONFLICTO

   En esta conferencia se ha intentado dejar claro que la base para que este país iberoamericano salga de la profunda crisis que vive es el diálogo.

   "Hay que apostar siempre por el diálogo por muy difícil que sea. Venezuela necesita que los dirigentes se sienten a hablar y que haya reconciliación, pero lo que no tiene es tiempo. Para que exista una discusión ésta tiene que responder a dos preguntas básicas, ¿para qué se realiza? y ¿en qué condiciones?", señalaba González.

   Esta propuesta de debate es fácil de formular, pero es complicada de llevar a la práctica debido a que Venezuela está inmersa en una profunda crisis, con un desabastecimiento de la alimentación básica y de medicamentos que está generando muchos problemas no solo al Gobierno, sino a 30 millones de venezolanos.

   "En el diálogo entre Gobierno y oposición debe de haber un acuerdo implícito que autorice al Gobierno proporcionar la ayuda humanitaria de emergencia que el país necesita, tanto en alimentos como en medicinas. La crisis humanitaria ya existe y es muy grave", prosiguió.

    "El Producto Interior Bruto (PIB) este año va a caer en un 8%, la inflación roza límites esperpénticos 700% este año y 1.600% el que viene. Los venezolanos han perdido un tercio de su calidad de vida, la pobreza se encuentra en un 80%. La crisis humanitaria es la que puede causar un conflicto violento difícil de atajar", explicaba García-Margallo.

   "No puede haber reconciliación ni diálogo sin la liberación de los presos políticos. Hay que respetar la Constitución, los Derechos Humanos, a los ciudadanos que quieren un referéndum revocatorio y la plena disponibilidad del Gobierno español para intentar resolver la ayuda humanitaria. Nuestro único interés es que Venezuela no caiga en el caos y salga de la situación en la que se encuentra.", prosiguió el ministro en funciones.

   Este país está viviendo su peor crisis económica desde la Guerra federal, por lo que debe realizarse una negociación política inteligente con un equilibrio para que se pueda mantener en el futuro, a juicio del ministro español.

   "La inflación que tenemos es la más alta del mundo, vinculada a la destrucción del ingreso. Lamentablemente el clímax de esta crisis aún no ha llegado", indicaba Cebrián.

   Para el presidente de Prisa, la gente en Venezuela no explota porque en el hogar se consiguen más productos que en la puerta del mercado, es decir, las personas compran los productos en el mercado negro con un sobreprecio importante. "Actualmente la brecha entre el precio del mercado y del mercado negro se encuentra entre un 80 y 100 veces más", concluyó Cebrián.