Actualizado 23/04/2015 10:20

Felipe González mantiene su intención de ir a Venezuela a mediados de mayo para defender a los presos

Felipe González.
EUROPA PRESS

MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -

El expresidente del Gobierno Felipe González ha reiterado este miércoles su intención de viajar a mediados del próximo mes de mayo a Venezuela para abordar la defensa de los opositores venezolanos Leopoldo López y del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma.

"Tengo la pretensión de ir pero no quiero provocar un conflicto", ha señalado el expresidente español en declaraciones a Unión Radio recogidas por Europa Press un día después de que la Asamblea Nacional de Venezuela declarara a Felipe González persona 'non grata'.

El objetivo del viaje, según ha explicado el propio González, es el de reunirse con los propios opositores encarcelados y asistir al juicio oral, que es público, en calidad de asesor de la defensa. Si finalmente el Gobierno de Nicolás Maduro le deniega la entrada en el territorio venezolano, el exjefe del Ejecutivo español ha advertido que continuará con su asesoramiento desde instancias internacionales.

"Si no hay la posibilidad de hacerlo 'in situ' seguiremos haciéndolo en las instancias internacionales que comprometen a Venezuela", ha señalado el expresidente español, que ha defendido la legalidad de su participación en la defensa de los opositores venezolanos en cumplimiento tanto del derecho venezolano como de la legislación internacional de Derechos Humanos. "Esto no es una injerencia y no pretendo que lo sea", ha explicado.

EVITAR EL CONFLICTO

González, que ha explicado que tiene pasaporte diplomático aunque no lo es por su condición de expresidente, ha recordado en este sentido que la propia ley venezolana contempla la figura del asesor técnico externo, "que ni siquiera tiene que tener la condición de jurista".

En cualquier caso, el expresidente español ha reiterado en varias ocasiones que pese a su intención de viajar a Venezuela, no pretende que su presencia en el país provoque "un conflicto". "Yo no forzaré una situación de crisis, espero que no se produzca", ha apostillado.

"Si el Gobierno decide declararme persona 'non grata' e impedirme la entrada en el país", ha reiterado en la misma línea, "yo no voy a provocar un escándalo en frontera, no es mi intención en absoluto".

Según ha recalcado, su pretensión y fin último "es que los presos políticos estén en la calle, recuperen sus derechos para presentar sus propuestas a los ciudadanos, que sean los que decidan entre unas y otras".

En este sentido, ha recordado que el propio presidente venezolano, Nicolás Maduro, "hizo un análisis crítico" de la situación en España por las consecuencias de la crisis. "A nadie en España se le ocurrió decir que no tenía derecho a opinar sobre la situación en el país", ha ejemplificado.

Porque, según ha indicado, "un demócrata lo es cuando defiende la libertad de expresión de quien no piensa como él" y ha hecho un llamamiento a respetar "la opinión libre de los que están con el Gobierno y de los que no".

"No soy partidario de las botas sino de los votos. Nunca he estado a favor de que haya golpes de Estado para sustituir los votos por las botas", ha concluido.