CARACAS, 31 May. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) aseguró que el 75,8 por ciento del espacio radioeléctrico del país está en manos de empresas privadas, con lo que rechaza las denuncias de la oposición de que el Gobierno de Hugo Chávez controla la mayor parte de los medios audiovisuales.
Según las cifras que maneja esta instancia adscrita al ministerio de Telecomunicaciones de Venezuela, la televisión privada en la banda UHF tiene 56,41 por ciento del total de la distribución nacional, mientras que el Estado sólo posee el 7,69 por ciento.
En lo que se refiere a las emisoras de radio, las circunstancias son muy parecidas porque el 71,31 por ciento de la frecuencia en FM la tienen los grupos privados, mientras que apenas el 1,62 por ciento de estos medios son públicos, reseña el informe elaborado a finales del año 2006 divulgado por la prensa local.
Esta discusión sobre el supuesto "control absoluto" que tiene el Gobierno en los medios venezolanos, tomó más fuerza después de que Chávez tomara la decisión de no renovarle la concesión al canal privado Radio Caracas Televisión (RCTV), que venció el pasado 27 de mayo, para poner en su lugar a la Televisora venezolana Social (TVES).
Los grupos de la oposición denuncian que, a partir de este hecho, Chávez ratificó su intención de establecer una "hegemonía mediática" para poder así utilizarlos en su "campaña política" con la que pretenderá promover con más fuerza el 'chavismo'.
En este sentido, CONATEL defendió la política que actualmente maneja el Estado venezolano sobre las telecomunicaciones, alegando que en el año 2000 no existían los llamados medios comunitarios, sin embargo, la entrada en vigor de nuevas leyes contribuyó "democratización de la información y comunicación" lo que permitió la llegada de nuevas emisoras de radio y televisoras.
En seis años se crearon 198 medios alternativos: 167 emisoras de radio y 28 estaciones de televisión, lo que según el balance porcentual nacional, ocupan un espacio radioeléctrico de 27,07 por ciento en el caso de las primeras, y de 35,89 por ciento en el caso de las televisoras.