CARACAS, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno y la oposición se han acusado mutuamente de despedir a los trabajadores de la administración pública que votaron por el contrario en las elecciones presidenciales que se celebraron el pasado 14 de abril en Venezuela.
El primero en llamar la atención sobre los hechos ha sido el líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, que ha asegurado que desde las elecciones presidenciales se han registrado más de 4.000 denuncias por despidos ilegales por razones políticas.
López ha acudido este jueves ante el Consejo Moral Republicano para denunciar al ministro de Vivienda, Ricardo Moral, por estos hechos basándose en un vídeo publicado en Internet en el que amenaza a los trabajadores públicos "sospechosos" con el despido.
"Actuó como un fascista, siguiendo las órdenes de este Gobierno fascista", ha dicho, al tiempo que ha alertado de que esta política "se está ejecutando en todo el Estado venezolano", según ha informado la cadena privada Globovisión.
El líder de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), Henrique Capriles, se ha hecho eco de estas denuncias y, durante un acto oficial en la Gobernación de Miranda, ha aseverado que "en la actualidad hay trabajadores públicos perseguidos por motivos políticos".
"No podemos utilizar el poder para perseguir a trabajadores que piensan distinto a los demás", ha considerado. "Aquí no hablamos de política ni preparamos a la gente en política", ha defendido, en alusión al estado de Miranda.
Precisamente, el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Diosdado Cabello, instó ayer a acabar con el sectarismo dentro de la Revolución Bolivariana, advirtiendo de que los funcionarios que no quieran atender al pueblo, "no podrán estar ahí".
Sin embargo, López ha rehusado a responder cuando la prensa le ha preguntado si la denuncia incluye a los 4.000 funcionarios que han sido despedido por el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, también por motivos políticos, de acuerdo con Venezolana de Televisión (VTV).