MADRID, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente venezolano, Nicolás Maduro, ha manifestado su solidaridad con los familiares de las víctimas asesinadas durante el golpe de Estado del 11 de abril de 2002, que siguen pidiendo justicia, según ha informado la radio AVN.
"Como Gobierno, seguimos exigiendo justicia. La ley tiene que caer con todo su peso sobre los responsables, no puede haber impunidad", ha declarado Maduro. "Los autores de esta masacre, algunos condenados, otros fugados, algunos de ellos refugiados en Miami, tuvieron mucha sangre fría al planificar estos asesinatos y esta emboscada", ha recordado Maduro citado por AVN la noche de este jueves.
El 11 de abril de 2002, grupos de poder económico y formaciones políticas de derecha se aliaron para orquestar un golpe de Estado contra el Ejecutivo del presidente Hugo Chávez. En un primer momento, los dirigentes del golpe propiciaron una manifestación hacia la sede del Gobierno, el Palacio de Miraflores, al tiempo que, en los alrededores de la zona, se habían congregado miles de personas que estaban de acuerdo con las últimas leyes promulgadas por Chávez rechazadas por la oligarquía criolla.
Las muertes de decenas de personas a manos de francotiradores que esperaban en las azoteas de edificios colidantes fueron utilizadas por la derecha para justificar el golpe de Estado contra Chávez. Por otro lado, agentes de la extinta Policía Metropolitana, también usaron sus armas contra aquellos que rechazaron el golpe.
El vicepresidente también ha cuestionado a quienes continúan justificando los hechos de 2002 y "llamando presos políticos a quienes no lo son" o a aquellos que "se prestaron para la masacre de su propio pueblo".
"Recordamos aquellos días con dolor, sin odio, pero con mucho dolor", ha agregado el vicepresidente, tras señalar que, si el golpe se hubiera hecho efectivo, la derecha no habría dudado en apuntarse miles de muertos más.