CIUDAD DE MÉXICO, 20 Ago. (Reuters/EP) -
México pidió ayer al Gobierno de Venezuela que continúe negociando con Cemex, después de que la nación sudamericana asumiese las operaciones de la tercera mayor cementera del mundo en ese país, tras no llegar a un acuerdo sobre el pago de sus activos.
El Gobierno del presidente Hugo Chávez expropió los activos de Cemex como parte de un plan de nacionalización encaminado a dominar la producción cementera del país petrolero, y después de que fracasaran las negociaciones sobre el pago por las plantas de la firma mexicana.
"El Gobierno de México ha manifestado formalmente al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela su respaldo a la petición de la empresa para que continúen las negociaciones sobre la base de los principios de diálogo, trato no discriminatorio, concertación y apertura", declaró la Cancillería en un comunicado.
Cemex, que opera en más de 50 países y es la mayor cementera en Venezuela, exigía -según el Gobierno de este país- 1.300 millones de dólares (880 millones de euros) de compensación por sus activos, una suma considerada por Caracas como "muy alta" y por encima de las expectativas de hasta 900 millones de dólares (609 millones de euros) que tenían algunos analistas.
Venezuela anunció el lunes acuerdos con la francesa Lafarge y la suiza Holcim para comprar más del 80 por ciento de sus filiales en Venezuela por unos 820 millones de dólares (555 millones de euros). "El Gobierno de México tiene el objetivo principal de velar por los intereses mexicanos en la empresa", indica el comunicado.
"Y, en particular, asegurar que el proceso llevado a cabo por las autoridades de Venezuela se apegue al marco legal aplicable y respete el principio de trato no discriminatorio", subrayó la Cancillería. Los analistas consideran que en el peor de los casos Cemex podría obtener sólo un pago simbólico, pero que la expropiación tendría un limitado impacto en el precio de sus acciones.