CARACAS, 11 Nov. (Reuters/EP) -
El gobernador del estado venezolano de Zulia, Pablo Pérez, precandidato de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) a las elecciones presidenciales del 7 de octubre de 2012, ha adelantado que en caso de llegar al poder revisará los acuerdos de venta de petróleo a Cuba y otros países del Caribe.
Venezuela envía a diario unos 100.000 barriles de crudo a Cuba a cambio del trabajo de miles de cubanos en programas asistenciales de educación, salud y deporte. Con la misma frecuencia, también envía 185.000 barriles de crudo a otros países de la región en condiciones preferenciales.
En una entrevista concedida a Reuters, Pérez ha explicado que con estos contratos Venezuela deja de percibir unos 8.000 millones de dólares (5.879 millones de euros) anuales. "Nosotros con ese dinero podemos generar 1,1 millones de empleos", ha aseverado.
Además, el gobernador ha criticado el mal estado de las infraestructuras petroleras del país. "Tenemos que mantener la producción porque lamentablemente nunca se le dio mantenimiento", ha señalado.
"GUERRA SUCIA"
En referencia a la campaña electoral, Pérez ha denunciado la "guerra sucia" del presidente, Hugo Chávez, contra la oposición ante el avance de sus candidaturas en los sondeos sobre intención de voto, a pesar de que siguen dándole una mayoría abrumadora.
"Al Gobierno le tiemblan las piernas cada vez que ve los estudios de opinión y ve el crecimiento de mi candidatura. Y como ve que muchos de los que le apoyaban ahora me apoyan a mí, me ataca", ha indicado.
En concreto, ha señalado a los medios de comunicación afines al Gobierno, que le han acusado de acudir ebrio a un acto celebrado el pasado fin de semana en Maracaibo, capital de Zulia, que acabó con enfrentamientos entre 'chavistas' y opositores.
Pérez ha conseguido el apoyo de Acción Democrática (AD) y del Partido Social Cristiano (COPEI) para las elecciones primarias de la MUD, que se celebrarán el próximo 12 de febrero, lo que le convierte en uno de los tres favoritos para ser el rival de Chávez en las presidenciales del próximo año.
El gobernador es visto como uno de los precandidatos opositores menos radicales, lo que le permitirá arañar algunos votos entre los indecisos, en el caso de que gane las primarias. Actualmente, las encuestas le sitúan por detrás de su colega de Miranda, Henrique Capriles.