CARACAS, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
Varios presidentes latinoamericanos han acudido a última hora del jueves a la capilla ardiente que se ha instalado en la Academia Militar de Caracas para despedirse del que fuera su homólogo venezolano, Hugo Chávez.
Los presidentes de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner; Bolivia, Evo Morales; y Uruguay, José Mujica; que llegaron el pasado miércoles a la capital venezolana, no se han separado del féretro del líder bolivariano desde entonces.
Sin embargo, Morales y Fernández de Kirchner han abandonado la capilla ardiente, en el caso de la presidenta argentina para volver a Buenos Aires. "Lo mío no es protocolar. No vine a despedir a un presidente, sino a un amigo", ha explicado la mandataria argentina a través de su cuenta oficial en la red social Twitter.
A Mujica se ha unido, en primer lugar, el presidente cubano, Raúl Castro, que ha llegado sorpresivamente este jueves a Caracas, ya que en estos días no se había pronunciado personalmente sobre el fallecimiento de Chávez ni había confirmado su asistencia a las exequias.
A su llegada a la Academia Militar, el líder cubano ha sido recibido con honores militares. Después ha entrado en el Salón Libertador, donde descansan los restos mortales de Chávez, y se ha cuadrado ante el féretro, por lo que ha recibido una gran ovación.
Poco después se han sumado la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y su antecesor en el cargo, Luiz Inácio Lula da Silva, que al igual que Chávez padecieron cáncer. Ambos han sido recibidos con honores de jefe de Estado y han presentado sus respetos a la familia y al Gobierno de Venezuela.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, también se ha trasladado a la capilla ardiente nada más aterrizar en el aeropuerto internacional de Maiquetía, en Caracas, para despedir a su "amigo". Correa se ha comprometido a asumir el liderazgo regional de Chávez.
"Hemos venido a dar nuestro más sentido pésame y nuestra solidaridad a todo el pueblo venezolano en estas horas aciagas", ha dicho, por su parte, el presidente peruano, Ollanta Humala, que se ha trasladado a la capilla ardiente.
Humala ha destacado que fue "un líder continental, un ejemplo para todo el mundo. "Hablar de Hugo Chávez es hablar del futuro, de un sueño de unidad latinoamericana. Eso es lo que esperaría de todos nosotros", ha considerado.
El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, ha sido otro de los líderes regionales que se ha sumado de madrugada al velatorio de Chávez. "Por primera vez en mi vida piso tierras venezolanas, tierras bolivarianas, lleno de dolor. Cada vez que llegué aquí lo hice con una enorme alegría", ha recordado.
Interrogado por el legado de su homólogo venezolano, Ortega ha subrayado que "era un hombre espontáneo, revolucionario, guerrillero, con una enorme fuerza, pero también con una enorme ternura, algo difícil de encontrar en un líder". "Fue un ser extraordinario, tenemos que vivir como Chávez", ha sostenido.
A la capilla ardiente por el presidente venezolano también se ha sumado su homólogo haitiano, Michel Martelly, quien en los últimos días ha destacado el apoyo de Chávez a la isla caribeña tras el terremoto de enero de 2010.
Todos los líderes latinoamericanos han permanecido en la primera línea, junto al féretro de Chávez, al lado de su familia y del Gobierno, en medio del incesante tránsito de personas para dar su último adiós al líder venezolano.
Después de varias horas, los líderes latinoamericanos han cedido la "guardia de honor" a los altos cargos de las Fuerzas Armadas, que la han recibido a través de una solemne ceremonia militar, que ha dejado en silencio el Salón Libertador.
OTRAS LLEGADAS
A lo largo de la noche también han llegado numerosos jefes de Estado latinoamericanos y de otras regiones del mundo hacia las que Chávez extendió los lazos de la revolución bolivariana para asistir al funeral de Estado que se celebrará este viernes.
Entre las visitas regionales, destaca la del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, que aunque ha sido uno de los primeros en llegar a Caracas no ha acudido a la capilla ardiente, a pesar de la estrecha relación de amistad que le unía a Chávez.
"Mi más sentido pésame al pueblo venezolano", ha dicho el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto. "Venimos a acompañarle en este difícil momento, a reiterar nuestra hermandad, nuestro afecto", ha subrayado.
Por su parte, la presidenta costarricense, Laura Chinchilla, ha hecho hincapié en "las profundas huellas" que Chávez ha dejado en la región. "Sin duda, la más importante: un diálogo franco y abierto, a pesar de nuestras diferencias".
Se espera que un total de 55 jefes de Estado de numerosos países acudan al funeral por Chávez y que, en la mayoría de los casos, presenten antes sus respetos al líder bolivariano, a su familia y a su Gobierno en la capilla ardiente.