CARACAS, 8 May. (EUROPA PRESS) -

Los técnicos electorales del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) han informado este martes de que el cotejo de las máquinas con las actas de votación, en el marco de la auditoria del 46 por ciento de los votos emitidos en las elecciones presidenciales del pasado 14 de abril, ha arrojado un 99,98 por ciento de exactitud.

El técnico electoral del PSUV José Villarroel ha explicado que el 0,02 por ciento que no coincide se debe a que los comprobantes de voto estaban mal impresos porque algunos votantes cogen la papeleta antes de que se haya emitido, algo de lo que queda constancia en las actas de incidencias.

No obstante, el Gobierno venezolano ha aclarado que "el que un comprobante no se imprima correctamente no incide en la opción de los electores, ya que su voto se registra en la máquina de votación y es escrutado y totalizado junto al resto".

"Otra razón por la que pueden faltar algunos comprobantes en las cajas de resguardo es porque, como ha ocurrido, algún elector comete el delito de romperlo o comérselo", ha dicho el Ministerio de Comunicación e Información (Minci) en su página web.

Además, Villarroel ha indicado que "aun cuando no esté el comprobante, el voto --por ser automatizado-- es escrutado y transmitido, tal y como queda asentado en el acta de escrutinio y totalización".

En cualquier caso, el técnico electoral del PSUV ha subrayado que "no ha aparecido ninguna inconsistencia sin justificación", en declaraciones recogidas por Venezolana de Televisión (VTV).

En los últimos dos días se han revisado 348 y 346 mesas electorales. Villarroel ha explicado que, aunque estaba previsto revisar 350 diarias, no ha sido posible porque, en algunos casos, las auditorías ciudadanas realizadas entre el 14 y el 18 de abril abarcaron el 65 por ciento de las mesas electorales.

CONFLICTO ELECTORAL

La Mesa de Unidad Democrática (MUD) solicitó una auditoría del cien por cien de los votos emitidos en las elecciones presidenciales, ya que, según denunció, se produjeron numerosas irregularidades, y el resultado se decidió por apenas 100.000 sufragios.

Tras unos días de confusión y declaraciones cruzadas, finalmente el Consejo Nacional Electoral (CNE) aceptó auditar el 46 por ciento de los votos emitidos, dado que el 54 por ciento restante ya se revisó la noche electoral, conforme a la legislación venezolana.

La MUD ha considerado que se trata de una "farsa" porque el CNE se ha negado a contar una a una las papeletas --verificando la huella dactilar-- y a cotejarlas con las máquinas, los cuadernos y las actas de votación.

El CNE se ha limitado a cotejar las máquinas con las actas, argumentando que con ello es suficiente y ha explicado que el recuento manual de los votos es "imposible" porque el escrutinio y la totalización se hacen de manera automatizada desde 2004.

En este contexto, la MUD ha impugnado las elecciones presidenciales ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para "agotar la institucionalidad nacional" y ha adelantado que, si es necesario, acudirá a instancias internacionales.

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