Actualizado 13/05/2018 08:38

Water Aid pide un mínimo de higiene y agua limpia para impedir la "crisis innecesaria" que es la diarrea infantil

Agua potable en África
WATERAID/PATH/CHILESHE CHANDA

La combinación de agua potable, lavabos decentes, higiene básica y vacunas salvaría las vidas de 700.000 niños cada año.
MADRID, 13 May. (EUROPA PRESS) -

Más de 700.000 niños en peligro de muerte por diarrea podrían sobrevivir cada año en todo el mundo a través de una simple combinación de agua potable, lavabos decentes e higiene básica, y con enormes ventajas económicas para la población por cada dólar invertido, se ahorrarían cuatro en tratamientos médicos.

El estudio, realizado de forma conjunta por la ONG WaterAid y la Iniciativa contra la Diarrea Infantil del también grupo no gubernamental PATH, recomienda una combinación de estos tres elementos unida a la acción de las vacunas. "Este plan podría contribuir a la reducción de más de la mitad de las enfermedades infantiles, y en cinco veces la mortalidad infantil", según sus responsables.

Esta combinación de elementos funciona, recuerda Water Aid, que ya ha probado su estrategia con éxito en Nepal, con la ayuda del Ministerio de Salud del país asiático.

"Para que los niños crezcan y prosperen, necesitan agua limpia, buen saneamiento y buena higiene junto con una buena atención médica, vacunas y una buena nutrición", ha explicado Margaret Batty, directora de Política Global de Water Aid, antes de recordar que "cada año casi 300.000 niños mueren a causa de esta enfermedad".

"Y lo más trágico de todo es que sabemos cómo combatirla", lamenta Batty, quien defiende el estudio como "una prueba más de que se pueden salvar las vidas de cientos de miles de pequeños con solo prestar atención a estos pilares básicos del desarrollo".

"A medida que se acerca la Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra, WaterAid hace un llamamiento a los líderes mundiales para garantizar que cada vez que inviertan en salud y nutrición, también inviertan en agua, saneamiento e higiene. Pueden salvar tantas vidas combinando estos esfuerzos", ha añadido Batty.

Por su parte, la directora de la iniciativa de PATH, Eileen Quinn, recuerda que la diarrea es la segunda causante de muerte en los niños menores de cinco años en todo el mundo. E incluso si sobreviven, la deshidratación y la fiebre deja secuelas gravísimas tanto físicas como cognitivas.

"La razón para actuar es clara", dice Quinn. "Los líderes y los legisladores necesitan coordinar e integrar sus esfuerzos e invertir en la salud y el bienestar de nuestros niños", ha explicado Quinn.