Actualizado 20/07/2009 10:57

Zelaya anuncia retorno a Honduras tras fracaso de negociaciones

Por Esteban Israel y Juana Casas

TEGUCIGALPA (Reuters/EP) - El depuesto presidente Manuel Zelaya planea regresar el próximo fin de semana a Honduras, donde sus partidarios prepararán el terreno con manifestaciones contra el golpe de Estado que lo sacó del poder y observadores temen un baño de sangre.

Zelaya anunció la fecha de su regreso después del fracaso de las negociaciones sostenidas durante el fin de semana en Costa Rica, que llevaron la crisis política en Honduras a punto cero y aumentaron la volatilidad en la empobrecida nación de América Central.

"El próximo fin de semana tendremos todas las actividades necesarias para hacer mi retorno como lo manda la ley", dijo en Managua.

El magnate maderero aliado del líder venezolano Hugo Chávez exige ser restituido en el cargo del que fue sacado el 28 de junio a punta de pistola, siete meses antes de concluir su mandato.

Pero el Gobierno de facto instalado tras el golpe dijo que sólo aceptaría su retorno para ser juzgado por una supuesta violación de la Constitución en la que incurrió, aseguran, al intentar extender su mandato.

El rechazo a las propuestas formuladas por el presidente de Costa Rica, el mediador Oscar Arias, profundizó el aislamiento internacional de las autoridades provisorias, repudiadas desde Washington hasta Caracas.

Arias no tiró la toalla y pidió 72 horas más de plazo para hallar una solución que parece sin embargo improbable.

DESAFIO PARA EEUU

El agotamiento de la vía diplomática supone un desafío para el Gobierno del presidente estadounidense Barack Obama, que apostaba por las negociaciones para restituir a Zelaya.

"La comunidad internacional tendrá que arreciar sus medidas. La comunidad internacional está frente a un dilema", dijo el depuesto mandatario.

Arias, Premio Nobel de la Paz por ayudar a desactivar varias guerras civiles en la región, advirtió sobre el riesgo de un baño de sangre en Honduras, una de las naciones más pobres de América Latina.

Zelaya intentó regresar a Honduras el 5 de julio a bordo de un avión venezolano que no fue autorizado a aterrizar. La operación terminó en tragedia cuando un joven cayó abatido por los disparos de soldados que custodiaban el aeropuerto de Tegucigalpa.

Tras el fracaso de las negociaciones, la policía hondureña advirtió el domingo que no toleraría que los manifestantes se pasen de la raya.

"Vamos a ser no tolerantes con cualquier individuo que trate de actuar de una manera terrorista en nuestro país", dijo el portavoz de la policía, Héctor Iván Mejía, a la televisión estatal.

TODOS RESISTEN

Pero los sindicatos y partidarios de Zelaya se preparaban para volver el lunes a las barricadas, con cortes de carreteras y movilizaciones.

El jueves y viernes intentarán paralizar el país con una huelga general como preludio para el regreso del derrocado presidente.

"A partir de mañana vamos a tomar medidas más drásticas", dijo el domingo por la noche Barinia Morales, dirigente de la Central Unitaria de Trabajadores de Honduras.

Pero también la consigna del Gobierno de facto parece ser resistir la presión internacional. ¿Cuánto? "Lo que sea necesario", dijo a Reuters el portavoz René Zepeda.

Analistas creen que su meta es llegar hasta las elecciones de noviembre, cuando esperan que un nuevo Gobierno les permita dejar atrás la oscura página del golpe.

"El cálculo de ellos es que van a aguantar estos cuatro meses hasta las elecciones, claramente", dijo el analista Kevin Casas-Zamora, del Brookings Institution en Washington.