Actualizado 02/08/2009 01:12

Zelaya niega estar armando grupo; muere manifestante

Por Gabriela Donoso

TEGUCIGALPA (Reuters/EP) - El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, negó el sábado estar formando una milicia para volver al país desde Nicaragua, mientras el Gobierno de facto dijo que mantendrá la vigilancia fronteriza por el riesgo de una "insurrección" de opositores al golpe.

En una comunicación telefónica desde un lugar no precisado en Nicaragua, Zelaya lamentó también la muerte de un simpatizante, que fue herido de bala el jueves en una manifestación contra el golpe de Estado del 28 de junio.

"Yo no estoy conformando ninguna fuerza militar armada aunque tengo todas las posibilidades de hacerlo porque soy de un lugar donde las armas están en todos los lugares de mi departamento", dijo Zelaya en una comunicación telefónica con el canal de televisión Cholusat Sur.

"La guerra sangrienta la ha provocado él (el presidente de facto Roberto Micheletti) nosotros no usamos armas", aseguró.

El presidente interino, que se mantiene firme en su oposición al retorno de Zelaya pese a la condena de la comunidad internacional al golpe, dijo que aunque se levantó el toque de queda en la mayor parte del país, el Ejército está en alerta en la frontera.

"Por el peligro de alguna insurrección, alguna guerrilla que se está formando allá en la frontera que se haga por el ex presidente Zelaya, pues tenemos que tener mas seguridad, la policía y el Ejército está siendo muy vigilante en esa zona", dijo Micheletti a una radio local.

Zelaya fue sacado del poder por los militares tras acusaciones del Congreso de violar la Constitución al intentar llevar a cabo una consulta popular que habría allanado el camino a su reelección.

El mandatario depuesto, quien visitará México el martes, se ha instalado en un pueblo fronterizo de Nicaragua junto con un grupo de simpatizantes. Desde allí ha realizado algunos viajes a Managua en busca de una salida a la crisis y también ingresó brevemente a suelo hondureño hace poco más de una semana.

ESTANCAMIENTO Y VIOLENCIA

Partidarios de Zelaya y de Micheletti han realizado varias manifestaciones en la capital desde hace más de un mes, la mayoría de ellas pacíficas.

Sin embargo, el profesor Roger Vallejo, que había sido herido de bala en la cabeza durante una protesta en Tegucigalpa por la restitución de Zelaya, murió en la madrugada del sábado en un hospital de la capital.

"Los criminales que están asesinando son directamente los que tienen el poder del país (...) Quisiera abrazarme con la familia de Roger que ha caído en la lucha por la democracia y quisiera que ellos, que Micheletti, le pueda ver los ojos a los huérfanos y los hijos que ha dejado ahí", dijo Zelaya.

Alrededor de cien personas fueron detenidas en la protesta del jueves y otras resultaron heridas, después de que policías antimotines arrojaron bombas lacrimógenas y dispararan contra la multitud, de acuerdo a testigos de Reuters. Varios reporteros también fueron golpeados en los incidentes.

La policía dijo que, según investigaciones preliminares, las balas que hirieron al menos a dos personas no habrían sido disparadas por fuerzas de seguridad.

Analistas han advertido de que la dilatación de las negociaciones para salir de una de las peores crisis en Centroamérica en décadas podría derivar en violencia.

El Centro Carter refirió en una declaración la noche del viernes que existe una profunda preocupación por una posible escalada de la violencia y baño de sangre en Honduras, donde el Gobierno interino estudia desde hace días una propuesta del mediador y presidente de Costa Rica, Oscar Arias.

Si bien las partes en disputa se han manifestado proclives a las conversaciones, no hay avances sustantivos sobre la llamada propuesta de San José, y Micheletti ha pedido a Arias que envíe una misión internacional al país para cooperar con el diálogo a nivel local.

"Los acuerdos de San José proveen el mejor camino para resolver la actual crisis e instamos a ambas partes a trabajar de buena fe en el logro de un acuerdo", dijo el Centro Carter.

La propuesta de Arias incluye el retorno de Zelaya a un Gobierno de unidad nacional, el adelanto de un mes de las elecciones presidenciales programadas para fines de noviembre y la conformación de una comisión de verificación del cumplimiento de los acuerdos sobre Honduras.

Estados Unidos ha pedido el retorno de Zelaya y presionó con la suspensión de ayuda a Honduras y la cancelación de visas a funcionarios de alto rango del Gobierno de facto.

Sin embargo, Micheletti dijo en una entrevista con Reuters que su oposición al regreso al poder de Zelaya, sobre quien pesa una orden de arresto apenas ingrese al país, es inclaudicable y que Honduras podrá resistir la presión internacional y eventuales problemas de abasto.

Zelaya contraatacó y dijo enfáticamente: "Mientras no haya una restitución de su servidor, las elecciones en Honduras están fracasadas. Los días del régimen ilegal, criminal, injusto están contados".