Actualizado 07/08/2009 02:50

"Zelayistas" peregrinan por Honduras clamando retorno de líder

Por Fabián Andrés Cambero

SAN ANTONIO DE FLORES, Honduras (Reuters/EP) - Por una serpenteante carretera entre montañas e improvisados puestos de comida, centenares de personas marchaban el miércoles desde la costa Pacífico de Honduras hacia la capital para exigir una vez más el regreso del depuesto presidente Manuel Zelaya.

A pesar de que no hay señales de que el mandatario vaya a ser restituido, los "zelayistas" no cejan y comenzaron a salir en grupos desde varios puntos del país para congregarse en Tegucigalpa y San Pedro Sula y aumentar así la presión sobre el Gobierno de facto que tomó el poder el 28 de junio.

Bajo la consigna "urge Mel" y ondeando banderas de Honduras y del Partido Liberal, los manifestantes esperan recorrer más de 100 kilómetros para arribar a su destino el próximo martes.

"Esta es una marcha de resistencia. A mis 60 años me siento como una niña de 15 porque voy con el espíritu de lucha para que todo el pueblo se una a esto porque es una necesidad", dijo la maestra Ana Gertrudis Gallardo, ataviada con un vestido largo y resguardándose del intenso sol bajo una sombrilla.

Zelaya fue sacado a punta del rifle de su casa el mismo día en que planeaba realizar una consulta popular que abriera paso a la reelección, pero esa movida fue vista por sus críticos como un intento de perpetuarse en el poder influenciado por su aliado, el presidente venezolano, Hugo Chávez.

Pese a que el grupo no era tan nutrido, los organizadores estimaron que se sumarán más personas cuando se acerquen a la capital. Al menos otras cinco caminatas similares se dirigen a las dos principales ciudades del país.

"Nuestra misión es llegar a Tegucigalpa y demostrarle al mundo que estamos de pie", afirmó la maestra Zenamí Molina.

Algunos incluso mostraron esperanzas de que cuando se haga la "toma" de la ciudad, su líder intente por tercera vez retornar al país. Zelaya ha pedido a Estados Unidos que sea mucho más enérgico en su condena y sanciones al Gobierno de facto, algo de lo que por ahora no hay señales.

Los manifestantes, entre los que se encontraban campesinos y maestros, se abrían paso por la vía desde la sureña San Lorenzo recibiendo apoyo de los habitantes del sector, quienes les repartían agua.

Algunos de los líderes comentaron que aunque era una protesta pacífica, temían que al sumarse en Tegucigalpa a las otras manifestaciones puedan ser víctima de represión por parte del Gobierno interino.

"Nosotros no llevamos armas, llevamos un corazón, un sentimiento y una esperanza de que en este país se restituya el orden constitucional porque el presidente que elegimos tiene nombre y apellido: Manuel Zelaya", dijo Alex Martínez, un técnico de salud de 33 años.

Dos personas murieron en las últimas semanas cuando protestas fueron reprimidas por policías y militares.

(Por Fabián Andrés Cambero, editado por Gabriela Donoso y Anahí Rama)