Publicado 15/12/2016 07:20

17 años de la tragedia de Vargas, el alud de barro que más víctimas ha causado en la historia

Estado de Vargas, Venezuela
WIKIPEDIA

   CARACAS, 15 Dic. (Notimérica) -

   Han pasado 17 años desde la tragedia en Venezuela en la que un alud de barro terminó con la vida de más de 10.000 personas en el Estado de Vargas, al norte de Caracas. El 15 de diciembre de 1999 se reportaron fuertes precipitación que ocasionaron deslaves en la ladera montañosa de Serranía del Ávila y que arrastraron a su paso zonas residenciales.

   Desde principios de diciembre se registraron fuertes precipitaciones, por lo que la zona fue declarada en emergencia, que fueron en aumento hasta superar los 282 milímetros de agua acumulada en los estados de Vargas, Miranda y Falcón.

   Los asentamientos poblacionales se caracterizaban por ser zonas urbanizadas entre la playa y la montaña. Las particularidades geográficas incomunicaron las zonas residenciales debido a los derrumbes en carreteras y puentes aledaños días antes de la tragedia.

   La madrugada del 15 de diciembre se originaron los deslaves y derrumbes de las laderas montañosas de la Serranía del Ávila. Por las pendientes se arrastraron sedimentos, volúmenes considerables de agua y rocas que alcanzaban una velocidad de 60 kilómetros por hora.

   El barro proveniente de las montañas derrumbó las viviendas de la zona en un abanico aluvial, un accidente geográfico formado por una corriente de agua que fluye rápidamente y al entrar en una zona más tendida se extiende en una llanura plana.

   La tragedia modificó la zona geográfica de Vargas, ampliando el territorio de playa. Las perdidas materiales, según los reportes oficiales, alcanzaron el millón y medio de bolívares (150.000 dólares). A las pocas horas de la noticia, Venezuela recibió numerosas ayudas humanitarias internacionales provenientes de organizaciones, estados e individuos que donaban, en su mayoría, elementos de primera necesidad para los damnificados refugiados en otros estados del país.

   Cuándo los pobladores de las zonas más afectadas, La Guaira, Macuto, Los Corales y Carabelleda y Caribe retornaron a la zona del desastre, descubrieron que además de la destrucción de sus viviendas por el lodo, ladrones comunes habían saqueado sus pertenencias. A pesar de la tragedia el Estado de Vargas ha sido repoblado. En la actualidad se reconstruyeron las casas y los nuevos edificios comparten territorio con los vestigios del pueblo que el alud destruyó pero no derrumbó.