RÍO DE JANEIRO, 22 Jul. (Notimérica/EP) -
Dos activistas brasileños, Eloísa Samy y David Paixão, además de la novia de este último, que es menor de edad, permanecen encerrados en el Consulado de Uruguay en Río de Janeiro esperando una respuesta sobre su petición de 'habeas corpus', después de que fueran detenidos, junto otros 22 activistas, acusados de asociación criminal.
Samy y Paixão burlaron la orden de prisión preventiva que el juez dictó el pasado viernes y pidieron asilo político en el consulado, pero la decisión, que aún no se ha producido, debe ser tomada por la Embajada de Uruguay, con sede en Brasilia. Mientras tanto, ambos permanecen encerrados y agentes de la Policía Civil custodian los alrededores para detenerlos si dejan el edificio.
Según recoge la prensa local, el abogado Rodrigo Mondego, del colectivo 'Abogados de Río', que defiende a los acusados, Samy se considera una presa política y se está recluyendo en el consulado porque considera que tuvo tres derechos violados: "el derecho humano a la presunción de inocencia, el derecho a un juicio justo y a la libertad", según asegura Mondego.
Tanto Samy como el resto de manifestantes que fueron detenidos el viernes están acusados de organización criminal por crear una red que daba apoyo a acciones violentas, principalmente en las manifestaciones contra el Mundial de Fútbol.
En un video grabado por militantes del grupo Mídia Ninja dentro del consulado, Samy, que es abogada especialista en procesos penales, se defendió de las acusaciones y dijo no conocer a parte de las personas denunciadas, además de subrayar que su único crimen es "actuar en defensa del derecho constitucional de manifestación".
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