Actualizado 29/08/2009 07:45

Acusados de secuestro joven EEUU enfrentan 29 cargos

Por Alexandria Sage

SAN FRANCISCO (Reuters/EP) - La pareja acusada de secuestrar a una niña de 11 años y mantenerla oculta en su patio durante 18 años se declaró inocente el viernes de una decena de acusaciones.

En tanto, la policía revisaba la casa de los secuestradores en búsqueda de evidencia relacionada a unos asesinatos de prostitutas en la década de 1990.

Phillip Garrido, de 58 años, y su esposa, Nancy, se presentaron ante la Corte Superior del Condado El Dorado para responder a 29 acusaciones criminales que incluyen secuestro con propósitos sexuales, obligar a un niño a cometer actos lascivos y violación.

Ninguno habló en el tribunal y sus declaraciones fueron presentadas por sus abogados. Garrido, un violador convicto que ha estado en prisión, no mostró emociones. Pero si esposa mantuvo su cabeza baja y lloró en la corte.

En tanto, la policía se disculpó por no haber seguido una pista anónima del 2006 que pudo haberlos llevado a Jaycee Dugard, quien fue secuestrada cuando se dirigía a una parada de autobús cerca de su casa en South Lake Tahoe en 1991.

Las autoridades creen que la joven de 29 años pasó la mayoría de las últimas dos décadas viviendo en tiendas de campaña y cobertizos en el patio del raptor, acusado de tener dos hijas con su rehén.

El viernes, la policía registró la casa de Garrido buscando evidencia que pueda conectarlo con las muertes de prostitutas ocurridas en 1990 en el sector cercano a su hogar, en el suburbio de Antioch del área de la Bahía de San Francisco.

Unas 10 prostitutas murieron en la zona industrial donde Garrido trabajaba en ese entonces, informó el diario San Francisco Chronicle.

El comisario de Contra Costa, Warren Rupf, reconoció que un vecino de Garrido llamó a la policía el 2006 y aseveró que el raptor de Dugard era un "sicótico" con adicciones sexuales que tenía niños viviendo en tiendas de campaña en su patio.

"NO ES UN RESULTADO ACEPTABLE"

Cuando un oficial fue a la casa, habló con Garrido en el patio delantero, pero no ingresó a la propiedad, señaló Rupf, agregando que el agente ni siquiera estaba al tanto de que Garrido tenía antecedentes por delitos sexuales, aún cuando está incluido en una base de datos pública.

"Este no es un resultado aceptable", dijo Rupf. "Como organización debimos ser más inquisitivos y curiosos, haber buscado bajo una piedra o dos", agregó.

El caso recuerda el secuestro del 2002 de Elizabeth Smart, una adolescente que fue raptada a punta de navaja desde su dormitorio en Salt Lake City por un vagabundo autodenominado como profeta y su esposa.

Smart vivió con la pareja durante nueve meses, parte de ese tiempo oculta en un campamento escondido en las montañas cercanas a la casa de la familia.

El año pasado, un hombre austriaco fue arrestado por mantener a su hija en su subterráneo y engendrar siete hijos con ella.

El hermano de Garrido dijo al San Francisco Chronicle que el hombre es inestable mentalmente, que tiene antecedentes de abusos de drogas y describió a su cuñada como una "robot" bajo su control.

Garrido, quien se jacta de poder "hablar la lengua de los ángeles" en una bitácora digital llamada "Voices Revealed", dio una entrevista de la prisión a la estación de radio KCRA de Sacramento.

"Realmente les va a sorprender, lo que sucedió fue una historia poderosa y conmovedora", afirmó. "Van a quedar totalmente impresionados con esta cosa desagradable que ocurrió conmigo en el comienzo. Yo cambié totalmente mi vida", agregó.

Las autoridades señalaron que Garrido mantuvo a Dugard y las dos hijas que tuvo con ella en el patio de la casa que compartía con su esposa. El jardín estaba cubierto por lonas y árboles altos, dificultando ver su interior desde afuera, agregaron.

Dugard fue hallada esta semana luego que apareciera con Garrido para una reunión con su oficial de libertad condicional. Su presencia, junto a sus hijas de 11 y 15 años, a quienes el oficial de libertad condicional nunca había visto antes, provocó sospechas y Garrido fue arrestado poco después.

Las sospechas surgieron inicialmente el día anterior, cuando Garrido fue visto en el campus de la Universidad de California en Berkeley entregando panfletos religiosos junto a las dos niñas.