Actualizado 02/08/2016 21:52

Adiós a Juan Carlos Mesa, el dueño del humor argentino

JUAN CARLOS MESA
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   BUENOS AIRES, 2 Ago. (Notimérica) -

   Juan Carlos Mesa no le tenía miedo a nada. Ni a la producción, ni a la dirección, ni a la escritura de guiones ni mucho menos a la interpretación. Quizás por eso se le recordará por ser el dueño de la carcajada argentina, aquel que nunca sitió vergüenza frente a una cámara o a un escenario. Por eso, Argentina llora por la muerte del artista, que ha fallecido a los 86 años en la capital, Buenos Aires.

   La figura de Mesa se asocia a la imagen de una persona sencilla, bonachona, con ganas de vivir los detalles de la vida con el objetivo de decir claras las cosas. Y las dijo. De hecho, las dijo de tal manera que su carrera se extiende durante seis décadas por el mundo del espectáculo.

   Su profesión alcanzó todos los medios, desde la radio al cine pasando por el teatro y la televisión. Todos ellos fueron territorios propicios para crear la nueva era del humor, una novedosa forma de reír que llegó al corazón de los argentinos.

   Comenzó sus andanzas como redactor en la radio nacional de LW1, en su Córdoba natal, a orillas del río Suquía. Su primer programa se llamó 'Bocaditos de mesa', compuesto por una serie de relatos y versos con una duración máxima de 5 minutos. En parte, estos versos llegaron a los libretos de La Troupe de la Gran Vía, un programa que comentaba los sucesos vividos en la mítica calle San Martín.

   Fue todo un éxito. Se hizo realidad en 1956 y, a partir de entonces, todo vino rodado. Llenó teatros con sus historias y se trasladó a Buenos Aires de la mano del productor Héctor Maselli. Fue ahí cuando comenzó su interés por la televisión y dio paso al Canal 11, escribiendo los guiones de 'Los sueños del Gordo Porcel' con Carlos Garaycochea y Jorge Basurto como compañeros de carreras.

   Junto a ellos hizo posibles muchos otros éxitos, como 'Humor Redondo', 'Brigada Cola', 'El Gordo y el Flaco' 'Los Campanelli' o 'La Tuerca', entre muchos otros títulos que escribió con su estilo y tinta. La década de los 70 viene marcada por dos memorables títulos 'El Chupete' y 'Fresco y Batata', unos libretos que creó para Alberto Olmedo y Jorge Porcel.

   En total suman ocho títulos los que escribió para ambos, fomentando el género de la picaresca y presentando al público las clásicas 'Sálvese quien pueda', 'Atracción Peculiar', 'Rambito y Rambón' y las series de 'Los colimbas': 'Se divierten'y 'Al ataque'.

   Indudablemente su vida estaba escrita en el guión pero el otro lado de las bambalinas buscó su presencia a los 80 años, cuando debutó como actor en el cine en la película 'Pájaros Volando', una comedia de ciencia ficción dirigida por Néstor Montalbano en la que tuvo un papel menor.

   Queda plasmado para la posteridad su tratamiento inaudito de lo absurdo y su interés por despertar en cualquiera las arrugas de la sonrisa. El triunfo de la sencillez hecha persona. El luto por la marca de un estilo incomparable que llegó a manos de los grandes cómicos y figuras centrales de la comecia argentina.

   Algunos míticos nombres quedan adheridos a su apellido a través de sus escritos. Se trata de Joe Rígoli con 'Bonete', Pepe Biondi con 'Festibiondi', Juan Verdaguer con 'Verdaguer y sus inquilinos de alquiler' o Carlos Balá con 'El Clan Balá'.