Actualizado 19/04/2018 19:40

Alfredo Olmedo, el diputado argentino que aboga por la pena de muerte, castración química y es fanático de Trump

Alfredo Olmedo
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   BUENOS AIRES, 19 Abr. (Notimérica) -

   El diputado nacional por el partido Salta Somos Todos, Alfredo Olmedo, estuvo de nuevo en el punto de mira durante la sesión especial que la oposición había convocado para poner límites a las subidas de tarifas. Olmedo asistió al debate pero pidió levantar la sesión cuando faltaban dos diputados para no lograr el quorum y se levantó de su sitio.

   "A mí no me levanta nadie de la banca. Acá hay que cumplir el reglamento. No empezaba la sesión, cumplan con las cosas", enfatizó el diputado en el Congreso.

   El legislador es uno de los más excéntricos del Congreso, no solo por su chaqueta amarilla que siempre utiliza, sino por sus polémicas declaraciones.

   

   Este no es el único escándalo en el que Olmedo ha estado involucrado. El político ya ha sido un blanco de críticas por expresar sus ideas extremas y ser un "fanático de Donald Trump", según indica 'La Nación'.

POLÉMICAS

   Olmedo fue el único que votó contra la propuesta para que los condenados por delitos de lesa humanidad no pudieran beneficiarse con la ley del 2x1. También fue el único diputado que a finales del año 2016 votó en contra de la ley de Emergencia Social, que surgió tras los acuerdos entre organizaciones sociales y el Gobierno para apuntalar cooperativas de la economía social. A las organizaciones que asistieron a la sesión les disparó su frase más popular: "vayan a trabajar".

   En 2013, este político propuso el regreso del régimen del Servicio Militar Obligatorio, que dejó de aplicarse a principios de los años noventa bajo el gobierno de Carlos Menem.

   Olmedo, en 2017, presentó en Cámara Baja un proyecto para la castración física y química para violadores, una campaña que a la que denominó 'Corta por lo sano', así como la pena de muerte para femicidas.

   

   Asimismo, se opuso con efusividad al matrimonio igualitario y llegó a gritar durante un debate: "Yo tengo la mente cerrada y la cola también".

   Su fanatismo con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se confirmó cuando en enero del año pasado dijo que el Gobierno debía construir un muro en la frontera con Bolivia. "Yo conozco la frontera y muy bien, hay que hacer un muro".