Actualizado 09/09/2009 22:44

Alto desempleo en Japón, bomba de tiempo mientras sigue recesión

Por Colin Parrott

TOKIO (Reuters/EP) - Kamematsu Morimoto tenía un empleo en una planta automotriz de Japón con el que mantenía cómodamente a su familia de seis integrantes. Todo hasta que la crisis económico global se desató, dejando a él y a miles de otros sin trabajo.

En medio de la peor recesión en Japón desde la Segunda Guerra Mundial, las empresas han despedido a más de 230.000 trabajadores con contrato desde que en septiembre del año pasado estalló la crisis global con el colapso del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers.

Eso ha llevado la tasa de desempleo de Japón a un máximo histórico de un 5,7 por ciento.

"Busco empleo todos los días, pero no puedo encontrar nada", dijo Morimoto, un abuelo de 55 años de edad que tuvo que vender el auto de la familia para calificar para la asistencia social.

Lidiar con la crisis del desempleo será un gran desafío para el entrante primer ministro Yukio Hatoyama.

La economía del país ha mostrado algunos indicios de estar saliendo de la recesión. Toyota Motor Corp anunció esta semana que contrataría a cerca de 800 trabajadores temporales en octubre para cumplir con la demanda de producción mientras las ventas de autos a nivel global se recuperan gradualmente.

Pero el Gobierno advirtió en un reporte esta semana que una tasa de desempleo récord estaba opacando el panorama económico.

"La cifra de empleos en la industria fabril en Japón todavía es baja, por lo que aquellos con empleos inestables están perdiendo sus casas y la gente todavía acude a nuestro centro de ayuda", dijo Isao Matsumoto, funcionario del centro estatal Red de Desafío de Tokio.

Las organizaciones no gubernamentales dicen que los despidos están obligando a más personas a dejar sus casas y vivir en las calles.

"Normalmente recibimos a 300 personas en nuestras reparticiones de sopa, pero últimamente tenemos cerca de 500", dijo Kazuaki Kasai, que dirige un grupo de ayuda a indigentes en el centro de Tokio.

"De las nuevas caras, cerca de la mitad son de gente joven y la mitad de trabajadores despedidos de la construcción", dijo Kasai en un festival para gente sin casa reunidas para orar por 21 personas que murieron en las calles de Tokio el año pasado -y para recibir comida gratis.

Los empleos disponibles tocaron un mínimo en julio, con más de dos postulantes por cada puesto, según cifras oficiales.