Actualizado 05/10/2016 16:17

El mártir de la medicina murió tras inyectarse una bacteria para estudiar la enfermedad

   LIMA, 5 Oct. (Notimérica) -

"Aún no he muerto amigo mío; ahora les toca a ustedes terminar la obra comenzada, siguiendo el camino que les he trazado", dijo Daniel Alcides Carrión, el alumno mártir de la medicina que arriesgó su vida por la investigación científica, del que este miércoles se conmemoran 131 años de su muerte.

   Daniel Alcides Carrión, uno de los estudiantes de medicina más importantes de Perú, falleció a los 28 años por haberse introducido sangre contaminada con bacterias con el objetivo de contribuir al estudio de la enfermedad de la 'Verruga peruana'.

   Para realizar su investigación científica, Alcides Carrión se inyectó la bacteria Bartonella bacilliformis para contraer dicha enfermedad, ahora conocida como 'enfermedad de Carrión', a modo de estudiar su desarrollo y evolución en el infectado.

   La Enfermedad de Carrión o bartonelosis humana es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Bartonella bacilliformis, que es transmitida por artrópodos, especialmente el mosquito Lutzomya verrucarum ('titira'). Las condiciones del hábitat del mosquito, o de los artrópodos, suelen darse en determinadas áreas geográficas de Perú, en los valles cisandinos y transandinos, que por lo general suelen estar alrededor de los 500 y 3000 metros sobre el nivel del mar.

   Una vez se produce la picadura del mosquito, se entra en una fase de incubación que dura aproximadamente dos semanas y termina en fiebre insoportable, malestar general y desarrollo de anemia hemolítica hasta que brotan las verrugas, que no son sino proliferaciones del tejido endotelial, que es la zona interna de todos los vasos sanguíneos.

   Carrión, que manifestó sus inquietudes por conocer esta enfermedad característica de los valles centrales peruanos, se inoculó el 27 de agosto de 1885 sangre macerada con dicha bacteria de una paciente que tenía esta tumuración.

   El interés por este campo surgió en el estudiante cuando entró en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos para cursar la carrera de Medicina Humana. Fue entonces cuando, debido a su espíritu de investigación y nacionalismo científico, conoció la indagación de médicos chilenos sobre la 'Verruga peruana' y decidió inocularse la bacteria para poder estudiar de cerca esta enfermedad.

   Para inyectarse la bacteria que posteriormente provocaría la enfermedad, Carrión acudió a la Sala de las Mercedes del Hospital Dos de Mayo de Lima donde le solicitó al médico Evaristo Chávez que le realizara la inoculación de sangre macerada de la tumoración verrugosa de un paciente llamado Carmen Paredes.

   A los 21 días sintió los primeros síntomas de la 'fiebre de la oroya', la fase aguda de 'Verruga peruana' y comenzó a sentir malestar general, palidez y fiebre hasta que continuó la evolución característica de la enfermedad, apareciendo en su cuerpo grandes verrugas rojas.

   En este momento el estudiante decidió escribir personalmente su historia clínica hasta el 26 de septiembre de 1885, cuando agobiado por la fiebre y la grave anemia que padecía, entró en delirio. Fue por su incapacidad para seguir escribiendo cuando sus compañeros continuaron con el documento clínico que había iniciado.

   El 4 de octubre de ese mismo año Carrión fue trasladado a la clínica francesa Maison de Santé en Lima donde recibió como medida de último recurso inyecciones de ácido fénico endovenoso, lo que le provocó un coma y finalmente la muerte 40 días después de haberse inoculado la bacteria para estudiar la enfermedad.

   Los peruanos quisieron agradecer y conmemorar la investigación de este estudiante llamando por su nombre a una provincia, dos universidades, un estadio de fútbol, una institución educativa, un instituto de Salud, una facultad y un hospital.