Actualizado 21/12/2016 21:17

La amenaza de las balas perdidas: 203 muertos en Colombia en 2016

Arma de fuego , pistola
PIXABAY

   BOGOTÁ, 21 Dic. (Notimérica) -

   El Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac) hizo público este lunes un informe sobre las consecuencias que las balas perdidas han tenido en Colombia, las cuales le han costado la vida a 203 personas en lo que va de año.

   El dato que más destaca es el número de personas fallecidas a causa de este fenómeno, que supone un incremento del 88 por ciento respecto al pasado año: 108. Un alarmante incremento de muertes por culpa de balas perdidas que se registra en 26 muertes más que hace seis años. Así, las cifras de 2016 son las mayores registradas en el último sexenio.

   El estudio señala también que desde 1990 hasta la fecha en el país se han reportado 1.465 víctimas de balas perdidas, de las cuales 623 resultaron heridas y 822 murieron.

   Una de las revelaciones más sorprendentes es que tras la ley de 2011 que penalizaba a todo aquel que disparara contra el aire con hasta cinco años de cárcel, el total de incidentes disminuyó. Sin embargo, en los años siguientes la cifra volvió a retomar su dinámica ascendente.

   De acuerdo con el director del Cerac, Jorge Restrepo, "el incremento se debe a que la fuerza pública no está haciendo lo suficiente en la pelea por el control de armas". Según Restrepo, las medidas llevadas a cabo por la policía, como las campañas de acciones para el desarme, no son lo suficientemente útiles.

   Entre los grupos de población donde esta incidencia ha aumentado están los menores de edad --20 por ciento de las víctimas-- y las mujeres, quienes conformaron 99 casos exactos en 2016 de los que se tiene conocimiento. Hace seis años la cifra era de 48. Estos datos demuestran "lo discriminado e injusto de este fenómeno" según afirma Restrepo.

   El estudio también reveló que las ciudades de Cali, Medellin, Barranquilla, Bogotá y Bucaramanga son las más afectadas por este tipo de casos, entre los que destacan en los últimos años que un 22 por ciento de las víctimas fueron a manos de sicarios y un 19 consecuencia de peleas entre pandillas.