Actualizado 01/03/2018 13:24

América Latina: segunda tasa más alta de embarazo adolescente

Embarazo, mujer madura
GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / NATALIA DERIABINA

   MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) 

   América Latina y el Caribe registran la segunda tasa más alta de embarazo adolescente en el mundo, solo superadas por el África subsahariana, debido principalmente a la ausencia de una educación sexual adecuada y a la falta de acceso a métodos anticonceptivos, lo que expone a las madres jóvenes a repetir los patrones de pobreza, según un estudio de la ONU.

   El informe 'Aceleración del progreso hacia la reducción del embarazo en la adolescencia en América Latina y el Caribe', firmado por la Organización Panamericana de Salud (OPS) y los fondos de la ONU para la Infancia y de Población, UNICEF y UNFPA, respectivamente, revela que la media regional es de 66,5 nacimientos por cada 1.000 adolescentes de entre 15 y 19 años, frente a la media mundial de 46.

   Las agencias de Naciones Unidas han señalado que, si bien en África subsahariana es dónde se producen más embarazos adolescentes, en esta región la tendencia es decreciente, mientras que en América Latina y el Caribe es ascendente para menores de 15 años.

   No obstante, en los últimos 30 años la fecundidad total --el número de hijos por mujer-- en el hemisferio sur del continente americano se ha reducido. Aun así en las adolescentes "siguen siendo altas", ha indicado Carissa F.Etienne, directora de la OPS.

   Las más afectadas son las niñas y adolescentes sin educación o con educación primaria, que tienen hasta cuatro veces más posibilidades de quedarse embarazadas que las que tienen educación secundaria y superior; así como las que pertenecen a hogares pobres, especialmente las niñas indígenas de zonas rurales, cuya probabilidad es entre tres y cuatro veces mayor, de acuerdo con el informe.

   El director regional del UNFPA, Esteban Caballero, ha explicado que "la falta de información y el acceso restringido a una educación sexual integral y a servicios de salud sexual y reproductiva adecuados tienen una relación directa con el embarazo adolescente". "Muchos de esos embarazos no son una elección deliberada, sino la causa, por ejemplo, de una relación de abuso", ha recalcado.

   De hecho, según el documento, unos 38 millones de adolescentes sexualmente activas en todo el mundo no desean tener hijos de forma inmediata. Hay 15 millones que tienen acceso a métodos anticonceptivos y otros 23 millones que les gustaría usarlos pero no pueden. Según la ONU, "cubrir la necesidad insatisfecha de anticonceptivos permitiría evitar cada año 2,1 millones de nacimientos no planificados, 3,2 millones de abortos y 5 600 muertes maternas".

UN IMPACTO DE POR VIDA

   Una de las primeras consecuencias del elevado número de embarazos adolescentes es que la mortalidad materna es una de las principales causas de muerte entre las jóvenes latinoamericanas y caribeñas de entre 15 y 24 años. "A modo de ejemplo, en 2014, fallecieron cerca de 1900 adolescentes y jóvenes como resultado de problemas de salud durante el embarazo, el parto y el posparto", señala el texto.

   Etienne ha mencionado además que, para las jóvenes madres que sobreviven, "el embarazo en la adolescencia puede tener un profundo efecto en la salud durante su curso de vida" y en el de sus hijos, que "están en riesgo de tener una salud más débil".

   A ello se suma "un impacto a largo plazo en las oportunidades de completar su educación e incorporarse en el mercado laboral, así como a participar en la vida pública y política", ha comentado Marita Perceval, directora regional de UNICEF. "Están expuestas a situaciones de mayor vulnerabilidad y a reproducir patrones de pobreza", ha afirmado.

   Como revulsivo, el informe plantea una serie de recomendaciones para reducir el embarazo adolescente, que involucran desde acciones para generar leyes y normas, hasta trabajos de educación a nivel individual, familiar y comunitario. En concreto, propone prohibir el matrimonio infantil, prevenir los abusos a menores y promover la igualdad de género.