Actualizado 18/02/2015 14:56

Aplazan la ejecución del brasileño condenado a muerte en Indonesia

MUXFELD
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MADRID, 18 Feb. (Notimérica) -

   Indonesia ha retrasado la ejecución prevista para este mes del prisionero brasileño Rodrigo Muxfeldt Gulart, condenado a muerte por tráfico de drogas. El aplazamiento no se debe al último recurso presentado este lunes por su familia alegando que padece esquizofrenia, sino porque la cárcel donde iba a realizarse su sentencia no está preparada.

   Muxfeld, de 42 años, permanece preso desde julio de 2004, después de intentar entrar en Indonesia portando seis kilos de cocaína escondidos en tablas de surf, en una de las regiones del mundo con la política antidrogas más dura. Por eso, en 2005 fue condenado a muerte y espera su sentencia desde entonces.

   El portavoz de la procuraduría general de Indonesia, Tony Spontana, ha explicado al canal británico BBC que "es casi seguro" que las ejecuciones no se realicen este mes, pero no ha anunciado cuando se producirán. Las condenas a muerte se realizan en la isla de Nusakambangan y los preparativos se están retrasando.

   La familia del brasileño, mientras, intenta impedir su ejecución, pidiendo la transferencia del brasileño a un hospital psiquiátrico, después de que un médico del Gobierno indonesio le diagnosticase esquizofrenia. La familia espera que el director de la prisión donde Muxfeldt está detenido firme un informe médico este miércoles.

   El documento tendrá que ser enviado al procurador general de Indonesia, que podrá solicitar la transferencia del brasileño a un hospital, según ha explicado la prima de Rodrigo, Angelita Muxfeldt, que está en Indonesia.

   Este es el último recurso para evitar la muerte de Rodrigo, después de que las dos peticiones de clemencia fuesen denegadas y, según la familia, la ley indonesia prohíbe la muerte de un prisionero que no esté en plenas condiciones mentales.

   "La prisión está surtiendo efecto", ha explicado su prima, añadiendo que "realmente está enfermo y necesita tratamiento, no nos lo estamos inventando". La madre de Rodrigo, Clarisse Gularte, estuvo con él en prisión este martes, y ha explicado que tuvo "conversaciones inconexas y no enlazaba nada".

   El mes pasado, el primer brasileño condenado a muerte por tráfico de drogas en Indonesia, Marco Archer Cardoso, de 53 años, fue ejecutado con otros cinco prisioneros, a pesar de la petición de clemencia de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.

   Por su parte, el presidente indonesio, Joko Widodo, prometió el año pasado rigor en el combate del crimen y que no aceptaría peticiones de clemencia. El Gobierno ha defendido su derecho a usar la pena de muerte para enfrentar lo que llama una situación de emergencia causada por el tráfico de drogas.

   El aplazamiento también beneficia a otros prisioneros, incluso dos australianos, Myuran Sukumaran y Andrew Chan, condenados a muerte en 2006 por liderar un grupo de tráfico de drogas conocido como 'Los nueve de Bali'.