Actualizado 05/09/2009 17:27

Arabes se sienten extranjeros región iraquí de Kurdistán

Por Aseel Kami

ARBIL, Irak (Reuters/EP) - El árabe iraquí Raad Walli y su familia estaban entusiasmados por tomarse unas vacaciones de verano en Kurdistán, una región llena de montañas y cascadas, pero su emoción se vio socavada por una fila de dos horas en la frontera.

Después de hacer fila bajo el calor abrasador con solo un pañuelo para protegerse la cabeza, Walli se enteró de que tenía que dejar que los funcionarios kurdos se quedaran con su documento de identidad para asegurarse de que abandonará la región al término de sus vacaciones.

"Es como si estuviese ingresando en otro país. Es peor que ir a Siria", dijo un contrariado Walli.

Mientras la mayoría árabe y los kurdos de Irak se enfrentan en una dura disputa por tierras, energía y petróleo, los controles fronterizos están avivando el resentimiento de lo que muchos árabes ven como intentos de la región por funcionar como un Estado separado.

Antes brutalmente oprimida por Saddam Hussein, la región kurda del norte de Irak ha florecido desde que ganó una gran medida de autonomía del resto del país, cuando quedó bajo la protección occidental después de la guerra del Golfo de 1991.

Las caras enojadas en la frontera se han convertido en un síntoma de la peligrosa lucha de poder que podría poner en riesgo dicho proceso.

"Lamentablemente la región de Kurdistán se está comportando como un Estado frente a Irak", dijo el legislador Wael Abdul-Latif, miembro de la Comisión Judicial del Parlamento de Bagdad.

"Esta rigurosidad del Gobierno de Kurdistán hacia los árabes es inaceptable y deben aplicar otros métodos de seguridad (...) para que los iraquíes de las 15 otras provincias no sientan que están entrando a un nuevo país", agregó.

Kurdistán está reconocida en la constitución iraquí como una entidad federal y la región semi-autónoma se ha vuelto cada vez más asertiva en los últimos años. Ha firmado acuerdos petroleros con empresas extranjeras de forma independiente, enfadando a funcionarios de Bagdad.

BANDERAS KURDAS

La bandera kurda, no la iraquí, flamea sobre la mayoría de los edificios de la región, que está gobernada por el Gobierno Regional Kurdo. La mayoría de los jóvenes del lugar hablan kurdo, no árabe.

Comprar propiedades en Kurdistán también es muy difícil para los de afuera, según dicen los abogados, y el papeleo requerido para obtener la residencia se ajusta más con lo que involucra mudarse al extranjero.

Los kurdos dicen que su estricta seguridad de frontera tiene como fin evitar que la violencia que arrasó con Irak después de la invasión encabezada por Estados Unidos en el 2003, se desborde hacia su enclave relativamente pacífico.

Las disputas por los reclamos kurdos sobre el territorio que actualmente linda con la parte iraquí de Kurdistán, como la zona petrolera de Kirkuk, han estado cerca de ser violentas, y funcionarios de Estados Unidos describen el enfrentamiento como el mayor riesgo para la estabilidad de Irak.

Ismat Hargoushi, jefe de seguridad de Kurdistán, sostiene que los iraquíes deberían estar alegres por las medidas de seguridad, dado el peligro de los bombardeos y otros ataques.

La violencia disminuyó mucho en el país en los últimos 18 meses, pero una serie de grandes asaltos ocurridos a partir de junio sacudieron la confianza pública.

Hargoushi indicó que las fuerzas de seguridad kurdas recientemente habían detenido a una mujer que llevaba un chaleco con explosivos y que estaba tratando de entrar a la región.

"Estas son medidas comunes (...) los ciudadanos iraquíes deberían estar felices. Si no hiciésemos eso, habría atentados a diario en la región", agregó.

En Kurdistán pueden verse pocas cicatrices de la guerra que son evidentes en el resto del país. El paisaje está repleto de marquesinas de ambiciosos centros comerciales y flamantes proyectos inmobiliarios, y han aparecido exclusivos cafés y supermercados.

Walli esperó más de una hora para que le devolvieran su documento de identidad al salir. Pero la familia disfrutó de su visita "al otro Irak", como algunos llaman a Kurdistán.

"Las medidas de seguridad eran deprimentes, pero cuando vi las ciudades de Kurdistán sin los muros contra explosiones, sin alambres de púas ni puestos de control, lo aprobé", indicó Najat Karim, esposa de Walli. "Sirven siempre y cuando mantengan segura a la región", expresó.