Actualizado 31/07/2007 14:25

Argentina/EEUU.- Los sindicatos denuncian la política antisindical de Walt-Mart y los despidos como "modelo represivo"

"Cada vez que los trabajadores intentan organizarse en asociaciones que no estén bajo control de la empresa son despedidos", alertan


BUENOS AIRES, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -

Represión e inversión son las dos 'caras' opuestas de la multinacional de distribución con sede en Estados Unidos Wal Mart en Argentina, según denuncian varios sindicalistas que forman parte de la comisión interna del establecimiento que la compañía posee en la localidad de Avellaneda.

Según sus palabras --recogidas por el diario local 'Página 12'-- "mientras la cadena anuncia millonarias inversiones para expandir su base comercial en el país, la dirección de la filial argentina de la trasnacional "depura" a su personal y contrata a represores vinculados a la última dictadura militar".

A mediados de este mes de julio directivos de la firma fueron convocados ante el parlamento argentino para dar explicaciones sobre una serie de despidos de dirigentes sindicales producidos en las últimas semanas.

Los sindicalistas han denunciado reiteradamente la "política antisindical de la empresa en Argentina, similar a la que practican habitualmente en Estados Unidos y en casi todos los países donde se ha instalado". "Cada vez que los trabajadores intentan organizarse de manera autónoma, en organizaciones que no estén bajo control de la empresa, son despedidos", agregaron.

Por esta razón, y según datos recogidos por este diario, directivos de la compañía debieron comparecer ante la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados de Argentina, pero antes tuvieron que aceptar reunirse con los trabajadores sindicalizados por iniciativa de la Delegación de Avellaneda del Ministerio de Trabajo, rompiendo una "tradición" de la empresa de negarse a negociar con los sindicatos, señalan éstos.

Estas reuniones fueron la respuesta a un proyecto de resolución presentado por cuatro diputados cercanos al gobierno del presidente Néstor Kirchner, y que aún se estudia en la Cámara, que manifiesta "la preocupación del Parlamento por la situación de desprotección laboral y por las prácticas de persecución sindical implantadas por la empresa Wal Mart Argentina".

Los legisladores denuncian igualmente la contratación por la firma de "ex miembros de las Fuerzas Armadas que participaron en la última dictadura cívico militar" (1976-1983). Entre ellos mencionan al ex oficial del Ejército Alfredo Saint Jean, actual director general de Seguridad de la empresa, que durante la dictadura desempeñó su labor en zonas donde la represión alcanzó puntos particularmente altos, como Tucumán, Bahía Blanca, Azul o Tandil.

POLITICA 'REINCIDENTE'.

Según los sindicatos, Wal Mart Argentina "es reincidente en este aspecto", ya que en 1998, cuando un grupo de cajeras de la filial de la firma en la ciudad de Córdoba denunció que habían sido desnudadas debido a una presunta falta de dinero, quien operaba como jefe de Seguridad de la compañía en ese hipermercado era otro militar que había colaborado con uno de los más conocidos jefes de la represión, el general Luciano Benjamín Menéndez.

"El modelo represivo que pone en práctica Wal Mart es generalizado en todos sus hipermercados del mundo", señala al diario Gustavo Córdoba, sindicalista de 31 años de la filial de Avellaneda que fue despedido en dos ocasiones por la empresa, la primera en agosto de 2006 y la segunda en marzo pasado.

"En Wal Mart no sólo pagan pésimos salarios y las condiciones de trabajo son más que precarias; no sólo despiden a quienes intentan formar un sindicato independiente, sino que hay una falta total de respeto por los empleados". Por ejemplo, "nos hacen cantar el himno de la empresa, un acto denigrante que se acompaña de otras agresiones culturales", señaló.

En declaraciones a este diario, que en los últimos meses publicó dos informes sobre la situación laboral en la firma estadounidense, el sindicalista apuntó que los trabajadores de Wal Mart sufren "una constante contaminación lingüística", por lo que pidió que la compañía traslade los términos de habla extranjera al español y que se dicte una ley para ello", dijo.

Un informe del Centro de Estudios de Investigaciones Laborales citado por 'Página 12' corrobora las denuncias sindicales. Su autora, la socióloga Paula Abal Medina, señala que la cultura antisindical del Wal Mart "se ve bendecida y potenciada por la contratación para su nivel gerencial de mano de obra proveniente de las fuerzas armadas, con toda la carga nefasta que eso implica para la memoria de los militantes sindicales teniendo en cuenta la historia reciente del país".

El informe aporta detalles de la persecución a que los directivos de la firma someten a los sindicalistas y recuerda que "en la mayor parte de los supermercados de la cadena en Argentina no existe representación sindical alguna, algo habitual en la mayor parte de la decena de países en que Walt-Amrt dispone de filiales".

La autora de este informe señala al diario que incluso tuvo acceso a un manual confidencial para ejecutivos en el que se establecían medidas precautorias para no contratar personas que pudieran tener inclinaciones sindicales.

LA EMPRESA SE DEFIENDE.

Por su parte, el gerente de Relaciones Institucionales de Wal- Mart, Hernán Carboni, negó a 'Página 12' que su empresa practique una "política antisindical", pero Gustavo Córdoba recordó que sólo en la sucursal Avellaneda ya ha habido, desde marzo de 2006, diez despidos por causas sindicales. Mientras, la dirección de la empresa tiene planes para aumentar su presencia en Argentina.

La cadena, que hoy cuenta con 15 supermercados en diferentes provincias del país y emplea a más de 5.600 personas, proyecta invertir a corto plazo unos 450 millones de dólares --más de 320 millones de euros-- en nuevas tiendas, según recogió el suplemento 'Empresas y Negocios' del diario 'Clarín' el pasado 15 de julio.

Wal Mart desembarcó en Argentina en 1995 y hoy controla el 6% del sector de supermercados, lejos todavía del líder, Carrefour, que domina casi la tercera parte. La trasnacional de origen estadounidense, que para 2007 prevé una facturación cercana a los 600 millones de dólares --casi 438 millones de euros--, acaba de adquirir tres sucursales de la cadena Auchan.