BUENOS AIRES, 10 Abr. (Del corresponsal de EUROPA PRESS Rafael Saralegui) -
Unos 700 conductores de camiones interrumpieron hoy el tráfico durante más de dos horas frente a la embajada del Brasil, en el exclusivo barrio Norte de Buenos Aires, para protestar por los despidos en la cervecería Quilmes, una tradicional empresa argentina adquirida el año pasado por capitales brasileños y belgas.
Los camioneros estacionaron sus vehículos frente a la Embajada en la calle Cerrito, que desemboca en la avenida 9 de Julio, la más ancha de la capital argentina, provocando un serio atasco en el tránsito. Tras ser recibidos por diplomáticos brasileños se retiraron del lugar.
El poderoso sindicato de Camioneros, conducido por Hugo Moyano, que es también secretario de la Confederación General del Trabajo (CGT), dispuso un paro nacional a partir de este martes y denunció que los nuevos directivos brasileños y belgas de Quilmes enviaron telegramas de despido a unos 2.000 de sus afiliados.
Pablo Moyano, hijo del titular del la CGT y también dirigente sindical, dijo que la medida de fuerza se extenderá "por tiempo indeterminado, hasta lograr un acuerdo con Quilmes que garantice por tres años la fuente de trabajo en todas las distribuidoras del país".
Moyano dijo a la prensa que "se sumaron trabajadores del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria de Aguas Gaseosas y Afines (SUTIAGA), que afecta la distribución de productos de Coca Cola y la de cervezas Brahma e Isenbeck", dijo Moyano.
La compañía negó que hubiera despedido empleados, reiteró que "no están en juego puestos de trabajo" y acusó al sindicato de "defender en forma llamativa" a un distribuidor que está "en proceso de disolución" con la firma.
El responsable de Relaciones Institucionales de Quilmes, Mariano Botas, negó "cualquier cambio en el sistema de distribución" y aseguró que "la distribuidora recién dejará de prestar servicios en noviembre de 2007, en cumplimiento de los plazos legales", en declaraciones a la agencia Telam.