Actualizado 14/07/2006 16:16

Argentina.- La ONG Esco-Delta critica la construcción de un circuito de asfalto junto a la Reserva Natural Otamendi


BUENOS AIRES, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -

La ONG Esco-Delta criticó esta semana la construcción de un circuito de velocidad en la ribera del Río Luján, muy cercano a la Reserva Natural Otamendi, 68 kilómetros al norestes de la ciudad de Buenos Aires. El proyecto fue aprobado por el Concejo Deliberante local "sin estudios previos de impacto ambiental", señala la organización ecologista que anima a otras a sumarse a este reclamo.

"Nuestro llamamiento va dirigido a todos los vecinos y organizaciones de la región, pero sobre todo a los que tienen poder de decisión para que se frene esta iniciativa decidida arbitrariamente", señaló a la prensa loca la presidenta de Esco-Delta, Nora Nievas.

La reserva abarca una superficie aproximada de 2.600 hectáreas y está ubicada en la localidad de Ingeniero Rómulo Otamendi, entre las ciudades de Campana y Belén de Escobar, y a orilla del Río Paraná de las Palmas. En 1990, el área se constituyó en la primera reserva natural, dependiente de Parques Nacionales en la provincia de Buenos Aires.

"Nuestra intención es proteger y conservar una de las últimas muestras de los ambientes naturales cercanos a Buenos Aires: selvas ribereñas del Paraná de las Palmas, bajos asociados al Delta del Paraná, barrancas naturales con bosques de tala y zonas altas con pastizales pampeanos", resaltó Nievas, "pero ahora se aprueba este proyecto sin el debido estudio de impacto ambiental".

"A pesar de que la justificación del Gobierno local para llevar adelante el proyecto de construcción de un circuito automovilístico de asfalto fue que éste ayudaría a que Escobar se convierta en un polo turístico del que se beneficiarán los pobladores de la zona, lo cierto es que sólo conservando los ambientes naturales podremos beneficiarnos", defendió la líder ecologista.

En los últimos años los Bajos de Otamendi se han ido convirtiendo en un lugar de encuentro para observadores de aves y naturalistas en general, ya que los límites naturales están dibujados por procesos geológicos. La retracción del mar, que en tiempos cuaternarios ocupaba una amplia bahía interior (actual Delta y estuario del Paraná) dejó al descubierto el borde de las tierras altas, su antigua costa. Ese límite está hoy a la vista.

Según el proyecto, el circuito constaría de una pista asfaltada para automovilismo y motociclismo, un circuito de tierra con obstáculos para vehículos todoterreno, canchas de fútbol, voley y tenis, un camping con lago artificial, una playa de arena y una conexión con el arroyo seco para prácticas náuticas o pesca deportiva, además de una piscina de natación con medida olímpicas y una sala de primeros auxilios.

Tras la aprobación de este proyecto, el gabinete del gobernador de Escobar, Silvio González, se encuentra redactando los pliegos y condiciones para la licitación de la construcción de las obras.

Mientras, vecinos y grupos ecologistas locales se movilizan para frenar el proceso, convocando a otras organizaciones sociales a hacerse eco de la problemática a través de cartas, correos electrónicos o peticiones de informe a los funcionarios y concejales que avalen la iniciativa.

Esco-Delta nació en 1996 para la defensa y cuidado del Medio Ambiente en el partido de Escobar. Se ocupa fundamentalmente de la problemática de la contaminación de la cuenca de los ríos que surcan el partido, y de la flora y la fauna autóctonas.