Actualizado 13/06/2014 14:11

El Parque Nacional Iguazú vuelve a recibir turistas

Parque Nacional de Iguazú
Foto: PARQUE NACIONAL DE IGUAZÚ

El descenso del caudal en los ríos Iguazú y Paraná permite reabrir los paseos emblemáticos

   BUENOS AIRES, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -

   La histórica avalancha de agua que provocó el cierre de las cataratas de Iguazú en Argentina durante los últimos días ha remitido, por lo que los paseos y miradores emblemáticos del parque han vuelto a recibir turistas.

   "Ante la bajante registrada en el cauce del Río Iguazú, se han reabierto la mayoría de los circuitos turísticos del Área Cataratas y ya se registran los primeros ingresos de turistas", asegura un comunicado oficial del parque argentino.

   Tanto el circuito del Iguazú inferior como el circuito del Iguazú superior se encuentran habilitados al uso público. Del mismo modo, los paseos emblemáticos del Parque, como el sendero Verde y el sendero Macuco, la excursión náutica 'Gran Aventura' y el Tren de la Selva ya cuentan con frecuencias de servicios disponibles para los visitantes.

   Este jueves el presidente y el vicepresidente de la Administración de Parques Nacionales, Carlos Corvalán y Daniel Ramos, recorrieron los circuitos habilitados junto al Intendente del Parque Nacional Iguazú, Sergio Bikauskas y medios de comunicación.

   Carlos Corvalán indicó que "gracias a un trabajo coordinado de Parques Nacionales con el sector público y privado de la actividad turística local, logramos restablecer las prestaciones más importantes del Área cataratas en tiempo récord".

   Debido a las intensas precipitaciones registradas en el sur de Brasil en los últimos días las cataratas presentaban un caudal de 46.300 metros cúbicos cuando lo normal son unos 8.000. La anterior marca histórica se remonta a las inundaciones de 2005, con 36.000 metros cúbicos por segundo.

   Cuando el Río Iguazú tiene un caudal normal, las barandas de las pasarelas están levantadas y permiten la circulación de visitante hasta el mirador de la Garganta del Diablo. Cuando sube, estas estructuras se rebaten para permitir que el flujo de agua pase libremente, reduciendo la resistencia al agua y a los elementos flotantes que arrastre el caudal.