Actualizado 29/10/2017 12:54

El Arzobispado de Valencia (España) ampliará una parroquia en Nicaragua que atiende a 10.000 personas

Parroquia en Nicaragua
ARZOBISPADO

VALÈNCIA, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Arzobispado de Valencia (España), a través de la delegación diocesana de Misiones y de la Fundación Ad Gentes, ha colaborado en la construcción de un edificio con salones parroquiales dentro del proyecto de ampliación de una parroquia que atiende a más de 10.000 fieles en la ciudad de Juigalpa, en Nicaragua.

La ayuda de la diócesis valenciana supone "una bendición para el pueblo de Nicaragua", porque este nuevo espacio lo aprovechan un centenar de niños de Primera Comunión, 60 de Confirmación, los coros y grupos de jóvenes y Cáritas de la parroquia, destaca el Arzobispado en un comunicado.

"Ahora necesitamos sustituir las escaleras de acceso por otras metálicas, más seguras, y más adelante lo acondicionaremos con sillas, mesas y otros materiales", ha detallado el sacerdote valenciano Enrique Molina, que lleva cerca de 20 años como misionero en el país centroamericano.

Para levantar el nuevo edificio, la parroquia ha recibido ayuda económica por parte de la Fundación Ad Gentes y de la delegación de Misiones del Arzobispado, con el apoyo de empresas locales nicaragüenses y la Administración del país.

"La construcción del inmueble no ha sido fácil, ya que estamos junto a un barranco y hemos tenido que levantar tres pisos por falta de terreno y, al ser zona sísmica, debe cumplir toda la normativa", ha explicado Molina.

Dada la complejidad del proyecto, el sacerdote ha agradecido la ayuda de Valencia, que "hace que se cumpla el lema de la campaña del Domund de este año, 'Sé valiente'". "La valentía es la fe y Dios con nosotros que nos lleva a ir al hermano necesitado", ha manifestado.

20 AÑOS COMO MISIONERO

Este valenciano lleva cerca de 20 años como misionero en Nicaragua, donde asegura que fue llamado "por el amor y cariño a la misión, como otros jóvenes de mi época, atraído por la figura e influencia de monseñor Óscar Romero", arzobispo de San Salvador asesinado en 1980 y beatificado en 2015, por "su manera de vivir la fe y de compromiso social, para llevar la misericordia de Dios a Centroamérica".

Molina llegó en 1994 a Nicaragua, el tercer país más pobre de América Latina después de Haití y Cuba, concretamente a la ciudad de Granada, donde estuvo siete años como formador en el Seminario. Tras pasar unos años en Valencia por motivos familiares, regresó al país centroamericano en 2005 y, desde entonces, atiende la parroquia del Divino Niño de Juigalpa.