Actualizado 24/02/2015 22:43

Asesina de tres hijos lo hizo para no ser violados como ella por su padre

Tres niños asesinados por su madre en Colombia
Foto: COLPRENSA
Entierro de los niños niños asesinados asesinato de tres menores

BOGOTÁ, 24 Feb. (Notimérica) -

   La acusada de haber dado muerte a sus tres hijos de 3, 6 y 9 años de edad el pasado 18 de febrero en el municipio colombiano de Palmar de Varela, dejó escrita una carta antes de intentar quitarse la vida, en la que cuenta a su madre cómo fue violada por su padre y en la que dice que no le dejaría a sus nietos para que no sufrieran lo mismo que ella.

   En la carta, que fue encontrada por Wilson Díaz Reales, compañero sentimental de la presunta parricida, ésta revela a su madre que había sido víctima de abuso sexual por parte de su propio padre, Cipriano Montoya, quien ya ha sido detenido y enviado a la prisión El Bosque, por violar a su hija.

   Al respecto, la joven reprocha que sus familiares nunca le creyeron lo que ella les decía. "Pero como ustedes no me han creído nada, como yo soy la mentirosa y la calumniadora mami, espero que algún día reconozcan la realidad y le pidan perdón a Dios, ya yo no voy a estar ahí, tampoco le voy a dejar a mis hijos para que sufran lo mismo que yo sufrí, ser violada por su propio padre", escribió la mujer.

   "Lo que quiero que sepas es lo siguiente mami. Quiero que me prometa que va a cuidar a la bebé de Adry, pero las extraño, cuídelas de su propio abuelo porque el violador está en la casa mami, abra los ojos, ya está bueno, él desgració mi vida", se lee en la carta, según informa Colprensa.

   Johana del Carmen Montoya, de 24 años de edad, quien presuntamente degolló a sus tres hijos, había denunciado que su hija de seis años de edad había sufrido un intento de abuso sexual por parte del abuelo materno.

   Según los investigadores, esa podría ser la razón que tuvo Johana para quitarles la vida a sus tres hijos y luego intentar suicidarse. También se ha apuntado que la lucha por la custodia de los niños podría estar detrás del crimen.

   En la carta, sobre la que deberá determinarse si fue escrita por la presunta parricida, ésta reprocha también la falta de justicia por parte de las autoridades desde que, ante la Fiscalía, interpuso la denuncia por el abuso sexual del que fue víctima su hija.

   Igualmente deja un mensaje a su compañero sentimental: "No es tu culpa, es mi culpa porque yo tomé esta decisión, mi vida es este amor que siento por ti, se va conmigo. Amor gracias por hacerme feliz, te amaré por siempre", habría escrito la mujer antes de cortarse el cuello con un cuchillo.

NO SE DECLARA CULPABLE

   Pese al contenido de la carta, la mujer no se allanó al cargo de homicidio agravado que le imputó un fiscal de la Unidad de Reacción Inmediata (URI), quien se desplazó hasta el hospital univesitario de Barranquilla, donde se encuentra ingresada la acusada, a realizarle la audiencia.

   La joven, de 24 años de edad, no puede hablar porque tiene una herida en el cuello, por lo que hizo su declaración mediante escritos que fueron vistos por un juez de control de garantías que se encontraba presente en el momento de la audiencia.

   Según un médico del centro, Johana habla de forma muy débil y "sólo se puede comunicar mediante la escritura. Ella no tiene una buena ortografía, pero se puede entender lo que escribe", dijo el profesional de la medicina a un medio radial de Barranquilla.

ASESINATO

   Los tres menores de edad fueron asesinados el miércoles de ceniza en el municipio de Palmar de Varela, en el oriente del departamento colombiano del Atlántico.

   La madre de las víctimas fue hallada por su compañero sentimental encerrada en la casa y con heridas de arma blanca en las muñecas y una gran herida al lado izquierdo del cuello. Posteriormente el hombre encontró a los tres niños degollados (quienes son sus hijastros).

   Los pequeños, que fueron asesinados con un arma blanca, fueron encontrados amarrados, amordazados, con vendas en los ojos y colocados debajo de una cama, según relató una vecina de la vivienda donde ocurrieron los hechos.

   Del horror de este crimen dio cuenta el Comandante de la Policía del Atlántico, Coronel Luis Fernando Buitrago, quien aseguró que era la primera vez, en su amplia experiencia policial, que observaba una escena "tan cruel y macabra".

   En el entierro de los tres pequeños se vivieron momentos de gran tensión cuando el padre biológico de dos de ellos se presentó en Palmar de Varela, donde residían las víctimas, para reclamar el cadáver de sus hijos y trasladarlos a Magangué (Bolívar).

   Ello provocó la indignación de la comunidad de Palmar, que se opuso al traslado, por lo que el comandante de la Policía del Atlántico tuvo que intervenir para evitar que se formara un desorden público.