Actualizado 09/10/2013 13:47

Astrónomos aficionados, clave para estudio de asteroide triple

Sistema triple de asteroides
Foto: SETI

MADRID, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -    

   Los astrónomos han sido una pieza clave para el estudio del asteroide triple, conocido como (87) Sylvia. Los expertos han señalado que "las observaciones combinadas entre los grandes telescopios y los pequeños han supuesto una oportunidad única para entender la naturaleza de esta roca, compleja y enigmática".

   (87) Sylvia, que mide 270 kilómetros de ancho, fue descubierto en 2005 y llamó la atención de los científicos por su forma irregular, su núcleo denso y esférico y la capa que le rodea, de material relativamente suave y esponjosa. Además, posee dos rocas que funcionan como satélites. La más grande, Romulus, tiene unos 24 kilómetros de ancho.

   El autor principal del trabajo, Franck Marchis, ha explicado que, "gracias a la presencia de estos satélites, se puede limitar la densidad y el interior de un asteroide, sin la necesidad de ser visitado por una nave espacial".

   Marchis y su equipo llevaron a cabo una campaña de observación a largo plazo de (87) Sylvia, que se encuentra en el principal cinturón de asteroides, entre Marte y Júpiter. Usaban grandes telescopios equipados con óptica adaptativa sofisticados sistemas, como el Observatorio Keck en Hawai y los instrumentos del Observatorio Europeo del Sur en Chile.

   Estas observaciones ayudaron a los científicos a diseñar modelos precisos de este sistema triple de asteroides, lo que les permitió predecir la posición de las dos lunas alrededor de la gran roca espacial "primaria" en cualquier momento.

   Estos modelos fueron puestos a prueba el 6 de enero de 2013, cuando (87) Sylvia pasó frente a una lejana estrella brillante, un evento conocido como una ocultación. Para poder obtener más datos, los expertos decidieron pedir ayuda a EURASTER, un grupo de astrónomos aficionados y profesionales.

   Juntos observaron la ocultación, que era visible a través de una estrecha franja en Europa, entre Francia y Grecia. Gracias a esta colaboración, fueron cerca de 50 personas las que asistieron con sus telescopios a este fenómeno y una docena de ellos lograron detectar la ocultación, que duró entre cuatro y 10 segundos, dependiendo del lugar de observación.

   "Además, cuatro observadores detectaron a dos segundos del eclipse de la estrella, causada por Romulus, el satélite más exterior, en una posición relativamente cerca de la predicciones del modelo", ha apuntado otro de los autores del estudio, Jérôme Berthier. "Este resultado confirmó la exactitud del modelo y proporcionó una oportunidad única para medir directamente el tamaño y la forma del satélite", ha añadido.

   Los datos obtenidos de este trabajo, que ha sido presentado en la reunión anual de Ciencias Planetarias en Denver (Estados Unidos), permitirán ir conociendo la composición de este sistema lo que dará "pistas sobre como se forman los planetas en el Sistema Solar", han concluido los investigadores.