Actualizado 06/07/2009 20:10

Barroso, de la UE, busca pacto de dos grados Celsius en el G8

Por Darren Ennis

BRUSELAS (Reuters/EP) - El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, dijo el lunes que presionará a Estados Unidos y a otras naciones para que limiten el calentamiento global a no más de 2 grados Celsius en la cumbre del Grupo de los Ocho esta semana.

Estados Unidos, Japón, Rusia y Canadá aún no se convencen de que un límite de 2 grados Celsius (3,6 grados Fahrenheit) -apoyado por las naciones europeas del G8 Alemania, Gran Bretaña, Francia e Italia- es el umbral necesario para evitar que el cambio climático alcance niveles peligrosos.

Barroso dijo que iba a "enfatizar la importancia de la ciencia y de quedarse dentro de un rango de aumento de 2 grados" cuando se reúna con sus contrapartes del G8 y los líderes de las economías desarrolladas y emergentes en la cumbre de tres días que comienza el miércoles.

"Vamos a ir a L'Aquila con un número de objetivos clave. Vamos a insistir en la necesidad de respetar la meta de 2 grados Celsius", dijo Barroso en una rueda de prensa antes de la cumbre en la ciudad italiana devastada por un sismo en abril.

Barroso dijo que también iba a presionar a favor de un acuerdo entre los 17 miembros de un foro de grandes economías en el margen de la cumbre del G8, para "reiterar la necesidad de lograr al menos una reducción del 50 por ciento en las emisiones globales para el 2050".

"Esto también implica que los países desarrollados deberán reducir las emisiones en al menos un 80 por ciento en el mismo período y apuntalar esos esfuerzos a través de reducciones robustas y comparables a mediano plazo", dijo.

Un acuerdo sería un importante avance para definir el nuevo tratado de clima de la ONU, que debe ser acordado en diciembre en Copenhague en reemplazo del Protocolo de Kioto.

El foro de las grandes economías, MEF por su sigla en inglés, -que es responsable del 80 por ciento de las emisiones globales- incluye a los principales países en desarrollo que no quieren apoyar metas a largo plazo hasta que las naciones ricas acepten adoptar medidas duras a corto plazo, para limitar la emisión de gases de efecto invernadero.