Actualizado 29/03/2017 16:02

Baruj Benacerraf, el venezolano que ganó el nobel de Medicina

   CARACAS, 11 Oct. (Notimérica) -

   El médico venezolano Baruj Benacerraf fue galardonado el 11 de octubre de 1980, hace 36 años, con el mayor reconocimiento a la investigación médica a nivel internacional, el premio nobel de Fisiología o Medicina. La organización le concedió el nobel "por sus descubrimientos acerca de estructuras de la superficie celular determinadas genéticamente que regulan las reacciones inmunológicas".

   Benacerraf, de padres marroquíes sefarditas, nació en Venezuela en 1920 y estudió en la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, adquiriendo la doble nacionalidad de ese país en 1943. Una de sus primeras prácticas médicas fue en el Ejército, durante la Segunda Guerra Mundial.

   Inició su carrera como investigador en 1948, a la edad de 28 años. En 1970 ingresó en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, una de las más prestigiosas del mundo, como profesor de Patología. Dos años después, el venezolano fue elegido miembro de la Academia Norteamericana de Artes y Ciencias y, posteriormente, de la Academia de Ciencias de los Estados Unidos.

   Además de recibir el nobel de Medicina en 1980 junto con dos colegas --Jean Dausset y George D. Snell-- , fue galardonado con la National Medal of Science en 1990 por sus contribuciones médicas.

APORTACIONES

   Una de las mayores aportaciones de Benacerraf a la ciencia, así como el estudio con el que obtuvo el nobel, fue su descubrimiento relacionado con estructuras en la superficie celular que vienen determinadas por la genética y regulan las reacciones inmunológicas, más concretamente, los denominados genes 'complejo mayor de histocompatibilidad'.

   Estos genes son los encargados de regular la respuesta inmune del organismo frente a un antígeno --sustancia que desencadena la formación de anticuerpos--, es decir, los estudios de Benacerraf demuestran que la respuesta inmune es diferente en cada individuo y se hereda según las leyes de Mendel.

   Este descubrimiento está relacionado directamente con el rechazo al trasplante de tejidos y órganos y con la resistencia o susceptibilidad a ciertas enfermedades infecciosas así como a la predisposición a desarrollar autoinmunidad. También son un elemento importante en las pruebas de paternidad.