Actualizado 30/03/2017 11:41

En Bolivia, un adolescente muere tras ser quemado vivo por un grupo de pandilleros

   SUCRE, 2 Nov. (Notimérica) -

   El estudiante de 17 años Javier Canchi Choque, ha fallecido este lunes en el hospital Viedma de Bolivia tras una larga agonía al haber sido quemado vivo el sábado 29 de octubre por un grupo de pandilleros, supuestamente a solicitud de su expareja.

   El padre de la víctima Prudencio Canchi, ha informado a los medios que su hijo salió el sábado por la tarde a comprar gasolina y al volver a su domicilio fue interceptado por el novio de su expareja y un grupo de jóvenes integrantes de una pandilla, quienes lo golpearon y lo trasladaron hasta la zona de Alto Sivingani, al sur de la ciudad de Cochabamba.

   Aquí, los pandilleros obligaron a Canchi a beberse el bidón de gasolina que él mismo llevaba y después le rociaron el cuerpo con el combustible para finalmente prenderle fuego. El adolescente se había quedado solo agonizando de dolor por las quemaduras que se estaban produciendo en su cuerpo.

   Los gritos de auxilio que lanzaba el joven alertaron a los vecinos de la zona, quienes acudieron en su ayuda. En un video captado por uno de los vecinos se puede escuchar al estudiante implorando por agua. "Parecía una llama humana que se movía", ha indicado uno de los testigos a 'Red Bolivisión'.

   Antes de perder la vida en el hospital, Canchi ha contado que su expareja, el actual novia de ésta y su pandilla fueron los autores del crimen, declaración que fue grabada por uno de los familiares con un teléfono móvil. El adolescente presentaba quemaduras en el 99 por ciento de su cuerpo.

   La fiscal asignada al caso, Faridy Arnez, ha confirmado que la expareja ya fue capturada y enviada al Centro de Infractores Menores, mientras busca junto a la Policía a los otros implicados.

   Los familiares del joven, desconsolados por lo ocurrido, han exigido justicia a las autoridades, dar con los autores del hecho, condenarlos a 30 años de cárcel y han pedido mayor seguridad en la zona donde las peleas entre pandillas ocurren a diario.