Actualizado 29/09/2011 20:17

Bolivia.- Evo Morales pide perdón a los indígenas por los abusos policiales

El Presidente Boliviano, Evo Morales.
EUROPA PRESS/ABI


LA PAZ, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Bolivia, Evo Morales, pidió perdón a las comunidades indígenas por los abusos policiales de los que fueron víctimas el pasado domingo, pero aclaró que no fue su gobierno el que ordenó intervenir a la fuerza en la manifestación que cientos de nativos realizaban contra la construcción de una carretera.

La crisis derivada por las protestas de los nativos del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) ha convulsionado a Bolivia y ha tenido efectos muy negativos en el gobierno del mandatario indígena que llegó al poder en 2006 con la promesa de un cambio radical a favor de los más pobres. Tres ministros y un viceministro han dimitido a consecuencia de estos hechos.

Unos 500 policías habrían atacado el domingo a cientos de indígenas del TIPNIS cuando intentaban cruzar el Puente San Lorenzo, cerca del municipio de Yucumo, en el departamento de Beni (norte). Los nativos comenzaron hace más de 40 días una marcha hacia La Paz contra la construcción del segundo tramo de la carretera de Villa Tunari-San Ignacio de Moxos porque, según ellos, podría tener efectos medioambientales negativos.

"Nuevamente quiero decirles que las familias víctimas (de la represión) que nos disculpen, que me perdonen", expresó Morales en una conferencia de prensa realizada en la sede del Ejecutivo el miércoles por la noche (madrugada del jueves en España).

Morales aclaró que, de parte de su gobierno, "no ha habido ninguna instrucción" para agredir a los nativos y afirmó "jamás" pensaron que la situación podría desembocar en violencia. "Duele bastante ver eso, como víctimas que hemos sido en muchas oportunidades", confesó el antiguo dirigente cocalero.

En un intento por aliviar el clima de tensión que ha crecido en Bolivia, el mandatario ordenó esta semana suspender las obras que estaban en manos de una empresa brasileña. Sin embargo, esta decisión no convenció a los indígenas ni a la Central Obrera Boliviana (COB) que protagonizaron el miércoles una huelga general, además de decenas de marchas en todo el país.

Morales aseguró que esta convocatoria de la COB --el mayor sindicato de Bolivia que constantemente protesta contra el Gobierno-- recuerda "los horrores, los sentimientos del pueblo boliviano expresados mediante manifestación".

A pesar de insistir que muchas de estas acciones tienen un carácter político más que social, Morales afirmó que las denuncias de los indígenas obligan a su Gobierno a "corregir" los "errores" cometidos. "Es un profundo llamamiento de atención", aseguró.

En un comienzo, el Gobierno de Morales justificó la intervención de la Policía, pero posteriormente tuvo que reconocer que posiblemente algunos funcionarios habían abusado de su poder. Una comisión de alto nivel --conformada por representantes del Ejecutivo y el Defensor del Pueblo-- ha comenzado a investigar los incidentes en Yucumo, a la espera de que la ONU ofrezca su apoyo.

De acuerdo con el Gobierno, la orden de arremeter contra las indígenas habría sido dada por el viceministro del Régimen Interior y Policía, Marcos Farfán, quien el martes presentó su renuncia, pero aclarando que en ningún momento ordenó a los agentes que agredieran a los manifestantes.

Se espera que este jueves una comisión de alto nivel del Ejecutivo se reúna con los indígenas que forman parte de la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG) --una de las organizaciones que impulsa la marcha contra la construcción de la carretera-- en el departamento de Santa Cruz (este), donde analizaran los últimos incidentes.