Actualizado 30/03/2017 14:26

Bones, el perro entrenado para buscar desaparecidos en Colombia

   BOGOTÁ, 6 Nov. (Notimérica) -

   El Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), una institución colombiana dedicada a la búsqueda de personas desaparecidas, tiene nuevo miembro: Bones, un perro pastor belga milanois. Ante la angustia de las familias que reclaman noticias de desaparecidos surgió la idea de entrenar a perros como Bones para agilizar su búsqueda.

   Con apenas 17 meses, Bones, un perro grande y delgado, muy inteligente, fiel y activo, ayuda a su entrenador, el investigador del CTI John Fredy Ramírez, en la búsqueda de desaparecidos, habiendo encontrado ya cuatro cuerpos.

   "Ante toda esa angustia, de simplemente tener una pala y el ojo observador, me pregunté, ¿qué más puedo utilizar?, empecé a averiguar y me dijeron que los caninos bien entrenados y juiciosos pueden dar buenos resultados", ha explicado Ramírez a 'Vice News'.

   Las desapariciones forzadas son tristemente habituales en Colombia. Según el Registro Único de Víctimas (RUV) la guerra ha dejado 164.238 víctimas de desaparición forzosa, de las cuales unas 46.000 son víctimas directas, es decir, personas que desaparecieron en contra de su voluntad y 117.000 víctimas indirectas, familiares de estas que se quedaron y les siguen buscando.

   Para conseguir recuperar a los desaparecidos, el CTI cuenta con su propia patrulla canina, perros entrenados para la búsqueda de restos humanos, como Bones. También cuentan con perros para detectar explosivos, drogas y el rescate de personas.

LA VIDA DE BONES

   El pastor belga llegó a la vida de Ramírez cuando contaba solo dos meses y fue elegido para esta labor entre sus hermanos por ser el más pertinaz. "Yo corrí y todos corrieron detrás, pero el único que llegó hasta el final fue Bones", ha asegurado Ramírez.

    Cuando cumplió cuatro meses comenzó a entrenarse para la búsqueda de restos humanos, siempre mediante juegos, para conseguir que el perro asociase su importante labor con la diversión. "Son unas cajas de madera con unos orificios. Hay cuatro que no tienen ningún olor y una sola con el aroma a restos humanos. Una vez que el perro la detecta, se le (...) premia, inicialmente con comida, y después se aleja el alimento y se le da un juego, un juguete que él prefiera, y jugamos. Se estimula mucho el juego con él", ha detallado su entrenador.

   Desde que finalizó su entrenamiento, Bones ha acompañado a su dueño en cinco búsquedas, en las que ha conseguido encontrar cuatro cuerpos. En la última diligencia de búsqueda, consiguieron encontrar dos cuerpos enterrados desde principios de los años 90, por lo que la fiscal del caso condecoró a Bones y Ramírez como 'El Binomio de Oro'.

LA BÚSQUEDA

   El procedimiento que realizan en las diligencias de búsqueda es siempre el mismo. Se delimita el terreno donde el CTI cree que está el cuerpo, clavan sondas para crear 'conos de olor' y una vez enterradas Bones se pone contra el viento para que le lleguen los olores de restos humanos que Ramírez le ha enseñado a reconocer.

   Cuando el perro detecta el olor deseado, marca la zona caminando en círculos a su alrededor. Una vez hecho esto, su entrenador se lleva a Bones a otra parte para que este regrese y confirme mediante ladridos si la zona que había indicado era la correcta. De ser así, el equipo del CTI procede a cavar en busca de los restos.

   Tras haber realizado su trabajo, Ramírez juega con su perro. "Es decirle que ese olor que va a percibir va a ser un estímulo para el juego. Que si detecta ese olor vamos a jugar. Entonces, cada vez que le digo que busque, cuando encuentra el olor, él inmediatamente sabe que viene el juego", ha señalado el adiestrador.

   Esta técnica de entrenamiento canino para la búsqueda de restos humanos está dando buenos resultados, así como aliviando a muchas familias al conseguir encontrar a desaparecidos a los que podían llevar años buscando.