ASUNCIÓN, 17 Nov. (Reuters/Notimérica) -
El ex alcalde paraguayo Vilmar Acosta, presunto autor intelectual del asesinato del periodista del diario 'ABC Color' Pablo Medina y su asistente en octubre de 2014, ha sido extraditado este martes desde Brasil a Paraguay.
Tras ser acusado por la muerte del periodista, el ex alcalde de la localidad de Ypejhú abandonó el cargo para huir a Brasil y fue detenido en el estado de Mato Grosso del Sur. Paraguay pidió su extradición, que fue aprobada por el Tribunal Supremo el pasado mes de agosto.
Acosta llegó en un avión militar a un predio de la Fuerza Aérea fuertemente custodiado, desde donde fue trasladado a una sede judicial.
El presidente paraguayo, Horacio Cartes, ha querido agradecer a través de su cuenta de Facebook a la Cancillería la labor realizada. "Ponemos en manos de la justicia esclarecer el crimen del periodista Pablo Medina y de la joven Antonia Almada con la esperanza de un Paraguay donde la impunidad sea cosa del pasado", ha añadido.
También ha dado las gracias a los fiscales y policías que han trabajado en el caso, así como al Gobierno brasileño por su colaboración.
El fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, quien viajó a Brasil para acompañar el traslado, ha indicado que el organismo a su cargo cuenta con todos los elementos para demostrar la culpabilidad del ex alcalde.
EL CASO
El corresponsal del diario paraguayo 'ABC Color' en Curuguaty, Pablo Medina, fue asesinado por hombres armados después de recibir numerosas amenazas de muerte por denunciar los cultivos de droga del departamento de Canindeyú.
Los hechos tuvieron lugar el pasado 16 de octubre de 2014 en el departamento de Canindeyú. Como autores materiales del crimen figuran el hermano de Vilmar, Wilson Acosta Marques, y su sobrino, Flavio Acosta.
Vilmar Acosta fue detenido el pasado 4 de marzo en el municipio brasileño de Naviraí, ubicado en el estado de Mato Grosso del Sur, donde se escondía de las fuerzas del orden de Paraguay.
Medina solía denunciar la relación de Acosta y su familia con el narcotráfico en la zona de producción de marihuana y tránsito de cocaína, y el asesinato destapó otros nexos que agitaron la política local. Por su trabajo, el fallecido periodista había recibido constantes amenazas de muerte.