BRASILIA, 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un ganadero de la Amazonia brasileña fue sentenciado este pasado jueves a 30 años de prisión por el asesinato de la monja y activista medioambiental estadounidense Dorothy Stang, quien se había convertido en un incordio para los terratenientes por sus denuncias acerca del ilegítimo uso que hacían tanto del suelo como de los recursos del país.
Vitalmiro Bastos Moura, de 43 años, fue señalado por la Justicia brasileña como autor intelectual del crimen, sucedido en 2005. El terrateniente, denunciado junto a otros por Stang por el uso ilegítimo que hacían de las tierras, ordenó el asesinato de la religiosa, quien fue muerta a balazos en la pequeña ciudad de Anapu, donde colaboraba con los campesinos locales.
Los que fueran compañeros de la monja denunciaron el sistema judicial brasileño por su lento proceder y su indulgencia a la hora de juzgar a los autores del asesinato de la mujer, de 73 años, como ha sucedido con uno de los sicarios condenados, sentenciado a 27 años de cárcel, pero en libertad tras haber cumplido sólo unos 6.
Según la acusación, Bastos Moura prometió una recompensa de unos 22.000 dólares a quien ejecutará a Stang a través de un intermediario que ya fue condenado a 18 años de cárcel tras descubrirse su implicación en el crimen, según ha apuntado el canal brasileño Globo.