BRASILIA, 4 Dic. (Reuters/EP) -
Brasil anunció este viernes la puesta en marcha de su primer proyecto cimentado en el nuevo fondo integrado por ayuda extranjera para proteger la selva amazónica y combatir el cambio climático, apenas unos días antes de que se inicie la Conferencia de Copenhague, que se celebrará en la capital danesa entre el 7 y el 18 de diciembre.
El país sudamericano creó el año pasado el Fondo de la Amazonia de ayuda extranjera con el objetivo de promover el desarrollo sostenible y la investigación científica en la mayor selva tropical del mundo. Entre los países que se comprometieron con esta iniciativa destacan Noruega, que prometió aportar 673 millones de euros hasta 2015, y Alemania con 18 millones de euros.
El Ministerio de Medio Ambiente carioca explicó que los principales receptores de la ayuda serán el grupo ambientalista The Nature Conservancy, el estado de la Amazonia e Imazon, un instituto de investigación medioambiental de la ciudad amazónica de Belém.
The Nature Conservancy, junto con otros grupos, recibirá 16 millones de reales (6,3 millones de euros) para regenerar la tierra degradada y promover otras prácticas ambientales en el estado de Mato Grosso.
Imazon recibirá 12 millones de reales (4,6 millones de euros) para vigilar el registro de títulos de tierra y promover prácticas sostenibles entre granjeros y leñadores en el estado amazónico de Pará.
Por su parte, el Gobierno del estado de la Amazonia recibirá 20 millones de reales (7,7 millones de euros) para un fondo dedicado a financiar la actividad de los recolectores de caucho, así como la de otros habitantes de la selva para que ayuden a protegerla y regenerarla.
PROBLEMAS DE GESTIÓN
El fondo está administrado por el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BDNES) con participación de un consejo asesor integrado por empresarios, representantes de los gobiernos federal y estatales y de la sociedad civil.
Funcionarios del Gobierno brasileño aseguraron que se ha producido un retraso en el anuncio del proyecto por la falta de experiencia del país sudamericano en este tipo de gestiones que requieren financiación extranjera.
"Esto es una novedad en Brasil y constituye una curva de aprendizaje", dijo el miembro del comité técnico del fondo. El BNDES no está acostumbrado a trabajar con ayuda no reembolsable o financiamiento para proyectos ambientales", dijo el miembro del comité técnico del fondo, Paulo Moutinho.
Por su parte, el Gobierno alemán destinará 4 millones de euros para impulsar el proyecto y subsanar los problemas de administración del fondo. En este sentido, analistas afirman que el fondo podría tener problemas para subsistir porque depende de donaciones, por lo que debería considerar la venta de créditos de carbono a cambio de proyectos de conservación de la selva.