Actualizado 18/07/2007 16:06

Brasil.- El Gremio de Porto Alegre evita la catástrofe aérea de Brasil, al cambiar el trayecto inicial

SAO PAULO (BRASIL), 18 Jul. (EUROPA PRESS) -

El equipo de fútbol del Gremio de Porto Alegre, subcampeón de la Copa Libertadores, se salvó hoy de la catástrofe aérea ocurrida hoy en Brasil y que se ha saldado con centenares de víctimas, al cambiar a última hora el programa inicial de su viaje.

El avión, que tenía previsto tomar el equipo del Gremio para ir a Goiania, un Airbus de la aerolínea brasileña TAM, sufrió un accidente cuando por causas desconocidas, no logró frenar tras el aterrizaje y, después de cruzar una de las avenidas más transitadas de la ciudad, acabó estrellándose contra una gasolinera y un edificio de la propia compañía aérea, provocando un incendio de enormes dimensiones.

El director de comunicación del Gremio de Porto Alegre, Paulo Pelaipe, confirmó a la prensa brasileña que el equipo carioca debería haber estado en ese vuelo, pero cambiaron la programación del viaje para viajar en otro con escala en Brasilia para seguir hacía Goiania, donde jugará esta semana ante el Goiás.

Las víctimas mortales son 176 personas que viajaban a bordo del aparato, que había salido desde la ciudad de Porto Alegre (sur del país), y al menos 25 personas que se encontraban en el edificio de la TAM en el momento del impacto, aunque el balance final podría ser superior.

El siniestro tuvo lugar alrededor de las 17:15 horas de ayer (hora local, 22:15 hora peninsular española), cuando el aparato derrapó al posarse en la pista principal del aeropuerto, que se encontraba mojada debido a la lluvia. Esta pista ya había sufrido recientes reformas. Precisamente, el pasado lunes un avión de la Pantanal también derrapó al aterrizar, también en un día lluvioso, aunque sin que se produjesen víctimas.

El avión atravesó la Avenida Washington Luiz sin tocar el asfalto y explotó dentro del edificio de la TAM Express, junto a una gasolinera. Según explicó un responsable cercano a la investigación al diario 'O Estadao', antes del aterrizaje, a comandante del vuelo fue informado por la torre de control de que la pista estaba mojada y resbaladiza. Pero, después del primer toque en el suelo, cuando parecía que el aterrizaje iba a efectuarse sin problemas, la torre mandó un aviso para el siguiente avión que esperaba para aterrizar.

En el momento del choque, explicó el oficial, la aeronave circulaba a 180 km/h, velocidad típica de quien intenta recuperar vuelo después de constatar que es imposible aterrizar.