Actualizado 10/11/2006 18:20

Brasil.- Un hombre armado retiene a 21 personas en un autobús en Río de Janeiro y amenaza con matar a una de ellas


RÍO DE JANEIRO, 10 Nov. (EP/AP) -

Un hombre armado con un revólver mantiene a 21 personas como rehenes dentro de un autobús a las afueras de la ciudad brasileña de Río de Janeiro y amenaza con matar a una de ellas, según informó hoy la policía.

El conductor del autobús, quien ayudaba a la policía en las negociaciones, explicó que el hombre amenazaba con matar a su ex esposa, quien se encontraba dentro del vehículo, y que afirmaba no tener intenciones de salir vivo.

La policía cree que en el autobús hay 20 hombres y la ex mujer del hombre armado, según indicó el agente federal de carreteras Nicanor Amorím. "Estos son los números con los que estamos trabajando, pero no lo sabemos con seguridad porque las cortinas del bus están cerradas", añadió.

Amorim señaló que el hombre, cuya identidad sigue siendo desconocida, había dejado salir del vehículo a unas 60 personas, la mayoría mujeres y niños, desde que lo secuestró a primera hora de la mañana en el barrio obrero de Nova Iguacu.

El jefe de la policía del estado de Río de Janeiro, Hudson Aguiar, destacó a la cadena de televisión 'Globo' que no considera al secuestrador como un criminal, sino más bien una persona "emocionalmente inestable", y agregó que han llevado a la zona a algunos de sus familiares para que le hablaran.

"Sus amenazas hasta ahora sólo han involucrado a su ex mujer, pero hay el riesgo que pueda herir a otra persona a bordo", dijo Aguiar, quien resaltó que "está muy tenso, siempre apuntando el revólver hacia su ex mujer".

Decenas de agentes y vehículos policiales rodeaban la autopista Presidente Dutra, donde el autobús estaba estacionado. Las autoridades cerraron el acceso a la vía y vaciaron de aire las ruedas del vehículo para impedir la fuga del secuestrador.

Amorim explicó que la policía fue alertada del secuestro por un pasajero que llamó desde su teléfono móvil a su esposa. Las autoridades localizaron el autobús y lograron que se detuviera tras una persecución de unos cinco kilómetros.