BRASILIA, 13 Feb. (EP/Notimérica) -
El Gobierno de Brasil ha puesto en marcha este sábado una campaña a nivel nacional para combatir el Virus Zika con la visita de la presidenta del país, Dilma Rousseff, y de su gabinete de ministros a varias casas como parte de una operación que tiene como objetivo cubrir cerca de tres millones de hogares en 356 ciudades a lo largo del fin de semana.
"Brasil y el mundo hemos perdido la batalla contra el dengue, pero ganamos la guerra contra la fiebre amarilla, que es transmitida por el mismo mosquito. Y venceremos la guerra contra el Zika", ha declarado Rousseff al inicio de esta nueva campaña.
Los 220.000 soldados desplegados en la operación han repartido panfletos con el eslogan "un mosquito no es más fuerte que todo un país". También se ha anunciado la iniciativa "Zero Zika", enfocada en aumentar el conocimiento acerca de la enfermedad y que se une a las dirigidas a cortar el crecimiento de las larvas del mosquito y sus lugares de cría.
Además, de cara a los Juegos Olímpicos y ante la posibilidad de que estos se vieran afectados por la epidemia, Rousseff ha desplegado más de 70.000 soldados del Ejército en Río De Janeiro, los cuales visitarán los hogares e instruirán a la gente del lugar a prevenir el Zika, en un momento en el que el número de casos por este virus alerta a autoridades nacionales e internacionales.
Según 'Agencia Brasil', los militares involucrados en esta operación irán siempre desarmados. El Departamento de Estado de Salud de Río ha indicado que la lucha contra el mosquito 'Aedes Aegypti' será una prioridad en las regiones con una alta incidencia de enfermedades transmitidas por este mosquito, como en los municipios de Araruama, Rio das Ostras, Duque de Caxias y Belfort Roxo.
La distribución geográfica del virus ha aumentado constantemente en los dos últimos años, siendo Brasil el país más afectado, con 56.318 casos sospechosos sólo en el estado de Bahía, en el noreste del país, lo que ha llevado a las autoridades a dejar de contabilizar el número de casos. De hecho, las estimaciones apuntan entre 497.000 y 1,4 millones de afectados desde que comenzara el actual brote.