Actualizado 19/09/2015 13:28

Brasil y México, los países latinoamericanos más visitados por los Papas

   MADRID, 19 Sep. (Notimérica) -

   El Papa Francisco I se encuentra de gira por el continente americano y hoy está previsto su llegada a la isla de Cuba en la que será la tercera vez que un Sumo Pontífice visita el estado caribeño.

   La costumbre por parte de los Papas de viajar a América no es tan antigua ya que el primer Papa que salió de Italia para visitar un país americano fue Pablo VI, que estuvo al frente de la Iglesia entre el 21 de junio de 1963 y el 6 de agosto de 1978.

   Pablo VI, apodado por aquellos tiempos 'el Papa Peregrino', fue el primer sucesor de San Pedro en visitar los 5 continentes, incluyendo América, visitando Nueva York (Estados Unidos) en 1965 para dar una conferencia ante las Naciones Unidas acerca de la guerra de Vietnam. También fue a Bogotá y Medellin (Colombia) en 1968.

   Su sucesor en el trono de San Pedro fue Juan Pablo I que, a causa de su prematura y controvertida muerte 33 días después de iniciar su papado, tuvo que cancelar un viaje a México que tenía planeado.

   Juan Pablo II arrebató la fama de Papa viajero a Pablo VI, ya que en su haber cuenta con más de 129 países visitados durante su pontificado, entre ellos Brasil, Argentina, Colombia, Chile, Perú y, por primera vez en la historia, Cuba.

MÉXICO, EL PAÍS PREDILECTO DE JUAN PABLO II

   El país latinoamericano que más visitó el Sumo Pontífice fue México, estado en el que estuvo hasta en cinco ocasiones. Como anécdota, cabe remarcar que lo primero que hizo el 26 de enero de 1979 al bajar del avión de la línea aérea AeroMéxico en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México fue arrodillarse y besar el suelo.

   Cuatro viajes más realizó a suelo mexicano en los años 1990 (tras recuperarse del intento de asesinato que sufrió a manos de Mehmet Ali Agca), 1993 tras el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, 1999 gracias a la invitación del por aquel entonces presidente Ernesto Zedillo y 2002, ya con la salud muy deteriorada.

BRASIL Y CUBA, DOS PAÍSES 'POLÉMICOS'

   El estado sudamericano fue visitado en cuatro ocasiones por Juan Pablo II. La primera llegó en 1980, cuando Brasil aún sufría la dictadura, y recorrió 13 ciudades brasileñas, incluyendo las zonas más desfavorecidas de poblaciones indígenas, para acabar participando en el X Congreso Eucarístico Nacional.

   Hasta 50 millones de personas siguieron por televisión la visita del Papa, mientras que muchos de ellos lo saludaron en las calles de las principales ciudades del país.

   El discurso de Su Santidad durante su visita se centró en la justicia social, los Derechos Humanos, la reforma agraria y la libertad sindical, temas sensibles teniendo en cuenta el gobierno que había en esos momentos en el poder.

   Volvió a viajar a Brasil en 1991 y en 1997, y en ambas volvió a ser recibido de forma multitudinaria ya que Brasil es el país con el mayor número de católicos en el mundo, unos 123 millones. El último viaje de Juan Pablo II a Brasil no tuvo caracter oficial.

   El Sumo Pontífice visitó por primera y única vez Cuba en 1998, lo que significó el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre el régimen castrista y el Vaticano.

   Juan Pablo II se entrevistó con el presidente cubano, Fidel Castro, lo que supuso un cambio en la política de 'persecución' que el gobierno cubano había llevado hasta ese momento contra los católicos.

   República Dominicana y Guatemala fueron visitadas en dos ocasiones cada una, mientras que también viajó en una ocasión a Argentina, Nicaragua, El Salvador, Perú, Uruguay, Venezuela, Belice, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Haití, Honduras, Jamaica, Panamá y Paraguay.

BENEDICTO XVI, A BRASIL, CUBA Y MÉXICO

   Al contrario que su predecesor, Benedicto XVI no fue tan viajero (también es cierto que estuvo mucho menos tiempo al mando de la Iglesia, 8 años tan solo) aunque visitó Latinoamérica en dos ocasiones.

   La primera visita fue a Brasil en 2007, dos años después de su nombramiento como Sumo Pontífice, y permaneció cinco días. El motivo principal del viaje fue la celebración de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en el santuario mariano de Aparecida.

   En esa visita canonizó ante casi un millón de personas al religioso Antonio de Santa Ana, más conocido como Fray Galvao, el cual se convirtió en el primer santo nacido en Brasil.

   En su último día dio un apasionado discurso en el que criticó la mezcla de la Iglesia en la política, y mostró su preocupación ante el incipiente número de autoritarismos que estaban surgiendo en esos momentos en Latinoamérica. Atacó la corrupción de los políticos, el egoísmo de los empresarios y la falta de seriedad de los medios de comunicación al referirse a temas como la virginidad.

   El segundo y último viaje de Su Santidad a Latinoamérica le llevó a México el 23 de marzo de 2012 y visitó las ciudades de León, Silao y Guanajuato. El país norteamericano había sido devoto seguidor de Juan Pablo II, y se dudaba acerca de la acogida que podría tener el nuevo Papa, no obstante, el pueblo recibió con alegría el mensaje de paz, amor y esperanza que lanzó.

   Esa misma gira llevó a Ratzinger a Cuba y, al igual que su predecesor, se entrevistó con Fidel Castro aunque, en esta ocasión, también se reunió con su hermano y actual presidente, Raúl Castro.

   Aprovechó para visitar el santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre.

CUBA ESPERA A FRANCISCO I

   La isla caribeña espera la primera visita oficial del Papa Francisco I que se espera que llegue el sábado 19 a La Habana. Esta visita tendrá un marcado carácter político debido al deshielo de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.

   Se espera que el Papa se reúna con el presidente cubano, Raúl Castro, y con su hermano, Fidel. En esa reunión se tratará el tema del embargo que Estados Unidos aún conserva sobre la isla ya que, tras visitar Cuba, el Sumo Pontífice viajará a Estados Unidos para dar un discurso en el Congreso.

   Uno de los momentos más esperados de la visita a Cuba de Francisco I será el discurso que dará en la Plaza de la Revolución, tal y como ya hicieron en su momento Juan Pablo II y Benedicto XVI.