Actualizado 28/12/2006 16:33

Brasil.-Una ola de violencia en Río de Janeiro provoca 16 muertos, siete de ellos carbonizados en la quema de un autobús


RÍO DE JANEIRO, 28 Dic. (EP/AP) -

Una ola de violencia desatada en Río de Janeiro a últimas horas del día de ayer y hasta la pasada madrugada ha provocado la muerte de 16 personas, entre ellas siete que resultaron carbonizadas en la quema de un autobús de pasajeros.

El secretario de Seguridad Pública del estado de Río de Janeiro, Roberto Precioso, indicó que desde la noche hasta la madrugada se registraron 12 ataques distintos por parte de bandas criminales armadas.

"Fue una ola de violencia que comenzó la noche de ayer... y gracias a la acción preventiva y represiva de la policía de Río de Janeiro conseguimos evitar lo peor", explicó Precioso a la emisora 'CBN', aunque agregó que "evidentemente el resultado es trágico".

No obstante, aseguró que "la población de Río de Janeiro puede estar tranquila", y atribuyó los incidentes a distintas facciones criminales que operan en las favelas de la ciudad y que, según indicó, actuaron coordinadamente en reacción a recientes operaciones policiales en estas zonas.

Según el balance del secretario de Seguridad Pública, la docena de ataques provocaron la muerte de 16 personas: siete víctimas carbonizadas en la quema de un autobús, así como dos civiles, dos policías y cinco supuestos delincuentes, todos víctimas de disparos.

También ocho agentes y 14 civiles resultaron heridos en los distintos incidentes, afirmó Precioso, aunque no ofreció más detalles alegando que todavía estaban recavando información sobre los sucesos violentos.

Tres hombres fueron detenidos por su supuesta participación en la quema de un autobús de pasajeros en la autopista Washington Luiz, que une las ciudades de Río de Janeiro y Sao Paulo, y en la que murieron entre las llamas siete de los ocupantes.

El secretario de Seguridad descartó que la reciente ola de ataques fuera a llegar a los niveles de la andanada criminal que sacudió a la ciudad de Sao Paulo, la más grande de Brasil, el pasado mayo, cuando una semana de violencia dejó al menos 200 muertos, entre policías, agentes penitenciarios, civiles, reclusos carcelarios y supuestos criminales.

"Ya puedo destacar una diferencia importante con relación a la ola de violencia de Sao Paulo: aquí la ola de violencia fue refrenada y seguimos atentos", afirmó Precioso, quien también calificó como "una imbecilidad" versiones en torno a que los grupos criminales estuvieron respondiendo a supuestas operaciones en las barriadas de milicias o grupos paramilitares, integrados por policías y ex policías, para controlar esas bandas, principalmente dedicadas al tráfico de drogas.

Río de Janeiro es una de las ciudades más violentas del mundo, con una tasa anual de casi 50 homicidios por cada 100.000 habitantes. La mayor parte de esta violencia se produce en las empobrecidas barriadas de la ciudad y raramente se extiende a las zonas más ricas.