Actualizado 11/04/2015 14:18

Brasil se prepara para la segunda ola de protestas 'anti-Dilma'

BRASIL
Foto: REUTERS

Varios colectivos apolíticos pedirán el 'impeachment' de la presidenta en casi 200 ciudades

   RÍO DE JANEIRO, 11 Abr. (Notimérica) -

   Brasil se prepara para revalidar este domingo las protestas del pasado 15 de marzo, cuando cientos de miles de brasileños salieron a las calles del país para protestar contra  el Gobierno y para pedir el 'impeachment' de la presidenta Dilma Rousseff, en sus horas más bajas de popularidad.

   Los impulsores de estas protestas apartidarias son, entre otros, grupos como Vem Para Rua, Revoltados On Line y Movimento Brasil Livre (MBL), dirigidos por jóvenes de clase media alta con un gran conocimiento de las redes sociales y su poder de convocatoria.

   Uno de los líderes del MBL, Kim Kataguiri, explicó a Notimérica que el objetivo para este domingo es superar el éxito de la última marcha y "deconstruir el discurso gubernamental" de que los manifestantes que salieron a la calle en marzo pedían la reforma política o un paquete anticorrupción.

   Kataguiri quiso dejar claro que la manifestación exige claramente el 'impeachment' de la presidenta Dilma Rousseff, a la que acusan de conocer todos los detalles de la trama de corrupción que se forjó en los últimos años en el seno de Petrobras.

   Además de pedir la salida del Partido de los Trabajadores (PT) del Gobierno los organizadores, de ideales muy liberales en lo económico, consideran que en Brasil el Estado es muy intervencionista,  por lo que apuestan por un cambio radical.

   El pasado 15 de marzo solamente en São Paulo salieron a las calles más de un millón de personas, y se superó el millón y medio sumando las marchas en 22 estados de todo el país. No se veía una movilización tan grande desde las protestas de junio de 2013, aunque en aquella ocasión el descontento se dirigía en general contra la clase política y reclamaba mejores en los servicios públicos, no apuntaba tan directamente a la presidenta y al PT.

EL PEOR MOMENTO DE ROUSSEFF.

   El país está cada vez más polarizado y prueba de ello es la manifestación que convocaron las bases del Partido de los Trabajadores (PT), sindicatos y movimientos sociales afines a Rousseff para contrarrestar el efecto del 15-M y defender la legitimidad del Gobierno.

   Sin embargo, tan sólo 30.000 personas salieron a las calles, y es que  gran parte del electorado de izquierda se muestra decepcionado, cada vez se identifica menos con las políticas neoliberales y de austeridad que impulsa el Gobierno y asiste atónito al escándalo de corrupción Petrobras.

   La indignación de sus adversarios y el desencanto de sus partidarios hacen que Rousseff viva el peor momento de su trayectoria política tan sólo seis meses después de haber sido reelegida: sólo un 10,8% de la población aprueba su gestión, frente al 64,8% que la califica de "negativa", según un reciente sondeo de CNT/MDA.

   La presidenta está teniendo importantes dificultades para gobernar ante los constantes obstáculos que encuentra en el Congreso y debido al complicado escenario económico -se espera que el PIB se contraiga un 0,9% este año-- y con las corruptelas de Petrobras como telón de fondo.