Actualizado 19/07/2007 19:02

Brasil.- Suspendida la búsqueda de cuerpos en el interior del edificio de la TAM


SAO PAULO, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los Bomberos están esperando el resultado de un informe elaborado por ingenieros de la Defensa Civil y de una empresa contratada para efectuar un informe sobre seguridad para poder proseguir con los trabajos de rescate en el edificio de la TAM en el que se estrelló un avión el pasado martes.

Según explicó el capitán Mauro Lopes, del Cuerpo de Bomberos, la estructura de la zona del edificio donde se cree que hay más víctimas corre el riesgo de derrumbarse y para llegar a los cuerpos habría que tirar varias paredes.

No obstante, Lopes explicó a la red O Globo que los equipos de rescate esperan llegar hoy al lugar donde se cree que estarían los cuerpos aún no rescatados. Los bomberos no saben cuántas personas podrían estar en el interior.

"Hoy trabajamos con cerca de 60 bomberos. Esperamos un parecer de los ingenieros para determinar dónde y cuándo entrar con las máquinas. Esperamos poder hacer el rescate todavía hoy", señaló.

El comandante indicó que pretende llegar primero a la parte delantera del avión. Según las autoridades, hasta ahora se han rescatado 181 personas. Sólo en el aparato viajaban 186, seis miembros de la tripulación y 180 pasajeros, pero todavía no se sabe cuántas personas había en el edificio de la TAM en el momento del accidente. La aerolínea ha llegado a hablar de entre 50 y 60 personas, entre clientes, funcionarios y proveedores.

EMBARAZADAS, BEBÉS Y ANCIANAS

Entre los al menos 192 muertos confirmados de la tragedia en el aeropuerto de Congonhas, había familias enteras de vacaciones, un grupo de jubiladas de edades comprendidas entre los 71 y los 85 años y al menos dos mujeres embarazadas y dos bebés, según informó el diario 'O Folha'.

En total, eran al menos 75 mujeres. Además, había al menos cuatro extranjeros a bordo, un argentino, un peruano y dos franceses. El único cuerpo enterrado hasta ahora ha sido el de Oswaldo Luís de Souza, de 50 años, que trabajaba en el edificio de la TAM. Sus dos hermanos, que intentaron rescatarlo, sobrevivieron con heridas leves.

En una misa ante 600 personas en memoria de las víctimas, el arzobispo de Porto Alegre, don Dadeus Grings, criticó la inseguridad en la aviación brasileña. Gran parte de las víctimas vivía en la capital gaúcha. "Antes viajábamos seguros; ahora no tenemos más seguridad", dijo.